Jóvenes siguen recibiendo sueldos precarios en condiciones laborales que no permiten su desarrollo y un 30 por ciento emigra porque no existe empleo de lo que estudiaron, afirmó el economista, Jorge Pérez Cruz.
Dijo que el 40 por ciento trabaja en actividades no acordes a sus carreras profesionales y el otro 30 por ciento consiguió una oportunidad en alguna empresa de la zona conurbada. Se ha observado en el mercado laboral que se han incrementado las vacantes en los jóvenes, pero también aumentó el desempleo en este sector de la población.
“Uno se pregunta por qué sucede eso y es porque las vacantes que han incrementado para este grupo de población son posiciones dentro de las empresas que ofrecen salarios precarios y porque no se crearon trabajo acordes a lo que estudiaron”, dijo.
Indicó que este es el panorama en la región metropolitana, pues existen jóvenes altamente calificados, con licenciaturas, maestrías y doctorados, pero no tienen manera de desarrollarse y optan por hacerlo en ciudades grandes, como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, incluso Europa y Estados Unidos.
Comentó que su estudio se basa en el Censo de Población y Vivienda 2020, así como en la Encuesta de Ocupación y Empleo. El rango de edades de jóvenes calificados oscila entre los 21 a 29 años, y 3 de cada 10 están altamente calificados.
“Hay que generar inversión para que corporativos comiencen en nuestra zona producción con valor agregado y generar estabilidad a esta migración involuntaria”, dijo.
Afirmó que eso sería favorable para evitar la migración y la otra, es tener programas públicos que permitan créditos accesibles, porque a pesar de que existen, son estrictos para los jóvenes que no pueden emprender actividades o desarrollar su potencial porque hay carreras muy interesantes ofertándose, pero no generan fuentes de empleo.
“Desafortunadamente no hay ejemplos para quienes se dedican a la robótica, ni una expectativa sobresaliente en nuestra zona conurbada, más que 2 ó 3”, externó.
El economista insistió en que son un 30% los jóvenes con maestría y doctorados que no tienen otra alternativa que emigrar.
“40% se queda en la zona conurbada, pero no está trabajando en lo que estudia, entonces estos dos grupos suman un 70% aproximadamente, el 30% restante trabaja en lo que estudió”.
Resaltó la necesidad de demandar más fuentes de trabajo especializadas o que las instituciones educativas modifiquen programas conforme a la demanda de trabajo que se requiere.
DTRM