La familia Solís vivía sin preocupaciones antes de la llegada de el covid-19, pero ahora el panorama es distinto; ya que se quedaron sin empleo, tienen dos hijos y los ahorros con los que cuentan son pocos por lo que haciendo cuentas se han percatado que les alcanzará para sobrevivir mes y medio.
De oficio y por varios años ha dedicado parte de su vida al transporte de carga, salir a carretera y poder llevar el sustento a su hogar, desde hace dos semanas, todo se esfumó, ya no hay pedidos, lo han descansado y no hay pagos.
“Pues sacándole al guardadito, al colchoncito estamos sobreviviendo, lo bueno es que cuando hubo trabajo empezamos a guardar poquito, pero si está dura la situación”.
Su esperanza es que dentro de poco pueda regresar a su fuente de ingreso donde le han informado que la cosa “se va a componer”, pese a que en el trabajo los observan como infectado por viajar a la frontera, sin embargo comentan que de manera responsable han seguido las medidas que la Secretaría de Salud, ha brindado.
“En mi trabajo se implementaron seguridad nos dieron $25 a cada operador para que compráramos guantes, gel antibacterial y mascarilla si se podía, pero prácticamente allá en la frontera quedaron vacías las tiendas en 4 días se vaciaron completamente ibas por agua ya no hay agua no hay nada de protección ya”.
Los tiempos libres ahora son, ir al seguro por cuestiones de salud de su esposa a quien ayuda en un pequeño negocio de comida, sin embargo en ventas tampoco se han visto beneficiados, historias como él en su trabajo la repiten por lo menos 300 familias más, el dinero se va consumiendo y no hay plan b.
“Si esto se pone más crítico pues vamos a quedarnos en ceros y empezar a empeñar lo que tenemos pues no va a quedar de otra, a vender los autos o lo que sea para poder sobrevivir este tiempo que esté la pandemia” concluyó.