En el cancel exterior y paredes de la casa de la familia Martínez se pueden observar los estragos de la balacera desatada el miércoles por la tarde, sobre la calle Cerro Azul, en la colonia Postes Cuates en Guadalajara, ahora esta familia y demás vecinos viven atemorizados.
"Aquí vive mi hijo y mi nuera, yo soy la abuela nomás que yo vivo allá en frente, pero pues estábamos todos allá en frente, aquí la casa estaba sola, pero pues sí estuvo muy fuerte todo", recordó la señora Leticia.
La familia Martínez vive justo a un costado de la finca con número 1455, donde un sujeto que estaba por ser aprehendido por agentes ministeriales abrió fuego desde su azotea contra los elementos de seguridad. Uno de ellos resultó lesionado de gravedad al recibir un impacto de arma de fuego en el cráneo.
Tras la agresión se desencadenó un enfrentamiento entre el hombre y los policías, que derivó en múltiples detonaciones. Algunas balas impactaron en la vivienda de los Martínez.
La familia tiene otra casa en frente y en el momento que comenzó la balacera se encontraban ahí, así que no se salvaron de escuchar cada balazo emitido por el agresor y los policías.
"Mucho rato fue demasiado, pero sí estamos muy asustados. Sentía que nos iba a pasar algo”, dijo.

Además de los impactos por arma de fuego en las viviendas, el miedo es otro de los daños colaterales que provocó el hecho violento en los habitantes de la calle Cerro Azul.
"Mucho miedo, mucho temor, la verdad que sí estuvo mucho muy feo la balacera. Se soltaban detonaciones y luego se calmaba y otra vez de nuevo", dijo otro vecino de la calle Cerro Azul.
Todos los vecinos entrevistados refirieron que no conocían al agresor.
Tras el enfrentamiento armado, la finca con número 1455 fue asegurada por la Fiscalía del Estado. En la puerta y el portón se puede observar un cártel con la leyenda inmueble asegurado. Un día después del hecho, una patrulla y tres elementos de la Comisaría de Guadalajara resguardaban la finca.
MC