Manifestantes de la sierra negra de Puebla rodearon Andrés Manuel López Obrador al salir de sus oficinas, para exigirle que cumpla con la promesa que les hizo en campaña de ayudarlos a parar la operación de una mina de la compañía Autlán.
“¡Párese, abra su vidrio! ¿No que iba a ser un buen presidente? ¿Ahora por qué se está escondiendo? ¿Por qué esconde la cara Manuel?”, le gritaron los manifestantes que impedían su salida de la casa de transición.
En tres camiones, los campesinos llegaron a las oficinas desde las 8:00 horas, pero se toparon con la calle bloqueada ante la reunión del presidente electo con los embajadores de América Latina y el Caribe.
Al reabrirse la vialidad, bloquearon la circulación con pancartas exigiendo ser atendidos.
“¡Fuera Autlán! ¡Vale más el agua que el oro!”, gritaban.
A su salida, el presidente electo se topó con los manifestantes que a gritos, con bocina y micrófono le exigían bajar del auto, mientras él desde el interior del vehículo les pedía dejar su petición con Leticia Ramírez, encargada de atender las solicitudes.
“¡Baje a darle la cara a los campesinos! ¿Por qué se esconde? ¡Cumpla!”, le insistían mientras algunos comenzaban a golpear el Jetta blanco en compañía de sus dos choferes.
López Obrador detalló que primero iría a cortarse el cabello y después se dirigiría a su casa a comer y a escribir un texto sobre seguridad.