La reforma energética, al apostar a los hidrocarburos, dando todo tipo de facilidades a los proyectos petroleros y gasíferos, deja pendiente el cumplimiento de las metas de transición energética, que son la base para el establecimiento de una economía baja en carbono. Ignora, en concreto, la necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, que provocan el calentamiento del planeta. México es un país vulnerable al cambio climático: 15% de su territorio, 68% de su población y 71% de su economía pueden ser impactados negativamente por sus efectos, según los estudios hechos al respecto.
JOS