El libro de Andrés Manuel López Obrador tiene el tono y la estructura del ensayo político decimonónico, incluso del socialismo romántico. Presenta primero un diagnóstico del país, posteriormente ofrece algunas soluciones a los problemas más graves, para concluir dibujando un horizonte utópico en el que los males de la nación han sanado. Tomando en consideración la intención que lo anima, el público al que va dirigido, las herramientas analíticas del autor y la coyuntura particular de su elaboración, considero que el volumen puede leerse mejor en la clave de un documento político que como un tratado acerca de la globalización. Esto es, hay que preguntarnos más por el sentido que por el rigor expositivo.
JOS