La Policía Ministerial de San Luis Potosí detuvo a varios secuestradores que privaban de la libertad a centroamericanos que llegaban en tren a la entidad en su búsqueda por llegar a suelo estadounidense; pedían rescate a sus familiares y los que no pagaban los mataban. Aseguran que esto lo hacían en complicidad con personal de Seguridad Ferroviaria.
Todo se descubrió luego de que uno de ellos milagrosamente quedó vivo luego de que lo balearon, fue llevado al Hospital Central y ahí los médicos reportaron que había una persona lesionada por impactos de bala y policontundido, por lo que ministeriales acudieron a entrevistarlo.
Santiago, de 41 años de edad, de nacionalidad hondureña dijo que junto a otros compañeros llegó en el tren el pasado jueves 24 de agosto, que fueron amenazados por tres sujetos que por la fuerza los llevaron a una casa de seguridad en la comunidad Santa Rosa en la Delegación Pozos de esta capital potosina, donde los despojaron de sus celulares y los mantuvieron privados de su libertad.
"De nuestros teléfonos les llamaron a nuestros familiares en Estados Unidos y Honduras para pedirles dinero a cambio de dejarnos ir y no matarnos. Yo traté de huir para pedir auxilio, pero me descubrieron y golpearon", relató.
Dice que luego de la golpiza lo subieron a una camioneta para llevarlo a una zona despoblada donde lo bajaron y le dispararon varias veces, y dándolo por muerto lo dejaron ahí.
Pero Santiago milagrosamente solo quedó malherido, por lo que logró pedir ayuda y fue llevado al Hospital Central donde desesperadamente y en shock pedía que fueran a buscar a sus compañeros porque los secuestradores ya habían amenazado que matarían a los que sus familiares no podían pagar el rescate.
Luego de escuchar la historia, los agentes implementaron un rápido operativo para rescatar a las víctimas, y con trabajos de inteligencia pudieron ubicar el domicilio en la calle Cerrada de Santa María en Santa Rosa, logrando detener en flagrancia a Julio César, de 30 años de edad, a Jonathan Adalberto, de 26 años y a Christopher René de 16 años de edad, todos ellos originarios de Honduras pero con nacionalidad mexicana, así como a Moisés, de 44 años de edad, oriundo de esta entidad de San Luis Potosí.
En el lugar se logró rescatar a Gilbert Josué, quien dijo que sus familiares en Estados Unidos ya habían depositado a los secuestradores 5 mil dólares por su liberación (unos 85 mil pesos) y a Julio Manrique, a quien iban a matar porque la familia no pudo juntar la cantidad que los maleantes exigían. También estaban Susana Beatriz de 21 años de edad, Heisi Brillit de apenas 2 años de edad, Alan Johan de 4 años, Fanny Julissa de 22 años y Julio César de 18.
Se encontraban en deplorables condiciones por lo que de inmediato recibieron atención médica y fueron alimentados, señalando que violaban a las mujeres, no les daban de comer, los mantenían desnudos y los golpeaban.
Les facilitaron comunicarse con sus familias para decirles que estaban bien y que ya no depositaran nada a los secuestradores.
Los detenidos señalaron que esta actividad la hacían desde hace tiempo y en complicidad con personal de Seguridad Ferroviaria. Se les decomisaron dos vehículos donde trasladaban a sus víctimas y un arma de fuego y elementos de la corporación ya se encuentran en las investigaciones para dar con el resto de involucrados.
