El reciente caso de Fernando, un niño de cinco años secuestrado y asesinado en Los Reyes La Paz, Estado de México, conmocionó al país y evidenció, una vez más, la violencia a la que están expuestas las personas menores de edad.
Según las investigaciones iniciales, Fernando fue privado de su libertad a manera de represalia por una deuda de mil pesos que su madre no había podido pagar.
Otro crimen, perpetrado en Veracruz en el año 2019, también tuvo como motivación un adeudo económico, aunque en circunstancias distintas. Se trató del secuestro y asesinato de Carlos Arturo Nájera, un estudiante de secundaria que fue engañado por una compañera de su escuela para llegar a manos de sus victimarios. ¿Cómo se desarrolló el caso? En MILENIO te contamos.
Un engaño, una parada de autobuses y 100 mil pesos
El 24 de junio de 2019 parecía un lunes cualquiera en la Escuela Secundaria General 6 'Jesús Reyes Heroles', ubicada en la colonia Progreso Macuiltépetl de Xalapa, Veracruz. Carlos Arturo, de 13 años, terminó su jornada de clases en el turno vespertino y se disponía a regresar a casa. Faltaban sólo dos semanas para que iniciara el período vacacional, según el calendario fijado por las autoridades educativas del estado.
Las clases de Carlitos, como le decían de cariño, terminaron a las 19:40 horas y en casa ya lo esperaba Rosa, su mamá, con un chocolate caliente y sus piezas favoritas de pan dulce, según lo narrado por ella misma en una entrevista.
Sin embargo, antes de que el muchacho pudiera dirigirse a casa, Rosa Isela 'N', una de sus compañeras de la escuela, lo abordó y le pidió que interrumpiera su camino para acompañarla a una parada de autobuses, ubicada a un par de cuadras.
Carlitos creyó que se trataría de un simple favor, pero en realidad era una trampa. De acuerdo con información compartida por la periodista Claudia Guerrero, Rosa Isela 'N' le habría dicho que le invitaría un refresco y unas papas. En el lugar ya lo esperaban dos hombres, quienes se lo llevaron por la fuerza hasta una zona conocida como el Cerro del Estropajo, a unos cinco kilómetros de distancia.
A las 23:20 horas, la mamá de Carlitos recibió una llamada que le confirmó lo que más temía en ese momento: su hijo estaba secuestrado.

"¿Valoras la vida de tu hijo? Vas a depositar 100 mil pesos mañana si quieres volver a verlo", le exigió un hombre en tono agresivo desde el otro lado del teléfono. En ese momento, Rosa tenía apenas 150 pesos que había logrado reunir como trabajadora de limpieza.
Gracias a la ayuda de algunos conocidos, Rosa consiguió mil 200 pesos. Ante las carencias económicas de la familia y su desesperación por efectuar el cobro, los secuestradores accedieron a reducir el monto a cinco mil pesos. Según reconoció uno de ellos posteriormente, parte de dicha cifra se utilizaría para pagar una deuda por drogas.
¿Quiénes participaron en el secuestro de Carlitos?
Según reportes de la prensa local, Rosa y sus familiares presentaron la denuncia correspondiente por el secuestro de Carlitos ante la Fiscalía General del Estado (FGE). Durante las primeras investigaciones, la institución recuperó un video de las cámaras de seguridad que mostraba el momento en que su compañera lo llevó hacia la parada de autobuses.
Las imágenes fueron cruciales para vincular a Rosa Isela 'N' con el caso, pues fue la última con la que Carlitos tuvo contacto. Al entrevistarla a ella y a su madre, las autoridades identificaron múltiples contradicciones que, eventualmente, permitieron identificar a los responsables del secuestro: Joaquín 'N' (padrastro de Rosa Isela) y Lorenzo 'N' (hermano de éste).
Los plagiarios exigieron que el pago se realizara en tres exhibiciones: dos vía depósito y una más en efectivo. A Rosa le prometieron que después de pagar los primeros mil 200 pesos del rescate su hijo regresaría a casa a bordo de un taxi, pero eso no sucedió. "Estuvimos esperando horas y horas. Nunca llegó", relató su madre.
El 27 de junio de 2019, Joaquín 'N' fue detenido por policías ministeriales en el momento en que pretendía cobrar la última parte del rescate. Ese mismo día, la Fiscalía le confirmó a Rosa que Carlitos ya había muerto y su cuerpo se encontraba en el Servicio Médico Forense (Semefo).
El cadáver de Carlitos fue localizado dentro de una bolsa, semi enterrado en una fosa de la colonia Lomas de Chapultepec, a pocos metros del lugar en donde lo tuvieron privado de su libertad. Las investigaciones posteriores revelaron que el menor fue asfixiado con una bolsa de plástico horas después de que su mamá recibiera la primera llamada.
Lorenzo 'N', hermano de Joaquín 'N', fue detenido el 29 de junio a raíz de la orden de aprehensión que fue emitida por el delito de secuestro agravado. Tres años después, el 22 de septiembre de 2022, la Fiscalía veracruzana anunció que ambos sujetos fueron sentenciados a 80 años de cárcel por este crimen.
Por otro lado, la última noticia que se tuvo sobre Rosa Isela 'N' fue que, mientras las investigaciones se encontraban en curso, había quedado bajo resguardo del Sistema Estatal para el Desarrollo de la Familia (DIF). Jorge Winckler, fiscal de ese entonces, se limitó a señalar que se habían implementado los "protocolos correspondientes" para atender la situación, pues se trataba de una presunta implicada menor de edad.
En México, la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, publicada en 2016, señala que las medidas privativas de libertad deben ser consideradas como una medida extrema cuando se trata de procesos contra menores de edad.
Aunque se contempla la posibilidad de internar por hasta cinco años a quienes participen en delitos como secuestro, homicidio calificado, violación tumultuaria o delincuencia organizada, esta sanción sólo aplica para quienes tengan entre 14 años cumplidos y menos de 18 años.
BM.