“La dinámica creadora de la política” Oí ese concepto de Porfirio Muñoz Ledo en 2010 cuando discutíamos en un panel de legisladores sobre migración en Tapachula, Chiapas. Desde entonces tuvimos una nutrida conversación política y una amistad en la que recibí mucho: guía, consejos, ideas e incluso el ímpetu de esa dinámica creadora que fue su motor.
En mayo de 2019 cuando el Presidente de México me nombró director general del IMSS y se decía que me había sacado la rifa del tigre, Porfirio no tardó en escribirme, y recomendarme cuatro cosas: 1. conformar un equipo con capacidad y experiencia, 2. Hacer un diagnóstico profundo de la situación del instituto, de su historia, de sus finanzas. 3. Acudir a quienes lo construyeron, lo hicieron viable y le dieron identidad y 4. Hacer equipo con quienes le dan soporte todos los días al instituto: sus trabajadores.
Una semana después me reuní con él, que había sido secretario general del Seguro de 1966 a 1970. Platicamos largamente de cómo era la relación con los sectores obrero y patronal. Me hizo sugerencias y me dijo que el Consejo Técnico del IMSS era el poder Legislativo del seguro, que también desde ahí se administraba y que había que sesionar de manera semanal como él lo hacía.
En 2018 fuimos compañeros diputados en una legislatura histórica que comenzó justamente con Porfirio poniéndole la banda presidencial al presidente López Obrador. Ese mismo año me acompañó a la conmemoración del 194 aniversario de la Federación de Chiapas a México. Porfirio mencionó que Chiapas jamás fue un hermano ajeno de México. Que en la búsqueda por consolidar una República federal ambos tomaron la decisión de subirse al mismo barco, coincidentemente, el mismo día y a la misma hora. Y desde ese entonces surgió ese lazo que nos une bajo una misma patria.
Mencionó el potencial energético y turístico con el que cuenta Chiapas, la historia y riqueza de su arte y artesanías y que si existiera otro régimen fiscal, en el que cada entidad recibiera lo que aporta, seríamos, quizá, los más beneficiados. Recordó un fragmento del Himno a Chiapas:
–Que se olvide la odiosa venganza;
–que termine por siempre el rencor;
–que una sea nuestra hermosa esperanza
–y uno sólo también nuestro amor.
Cerró con una frase fuerte y categórica como era él. La reivindicación del México profundo es la reivindicación de Chiapas.
“Salte un momento del ojo del torbellino para pensar”, me recomendó durante la pandemia para tener mayor claridad sobre lo que estaba pasando en momentos críticos.
Así lo hice.
En los últimos años no nos vimos ni platicamos tanto. Como lo dijo el Presidente: Las discrepancias recientes no borran los buenos y largos momentos de amistad, de compañerismo. Su dinámica creadora no se olvida. Su legado es innegable. Su genio, insustituible.
Hasta pronto Porfirio.