La tarde del martes 24 de octubre me comuniqué con la doctora Josefina Estrada Martínez, delegada del IMSS en Guerrero, para dar seguimiento a las acciones de prevención ante la llegada de Otis. Los comités de protección civil del IMSS habían sesionado, se estableció el protocolo de alerta, comunicación y monitoreo de las unidades con énfasis en el Hospital General Regional 1 Vicente Guerrero de Acapulco.
Otis era una tormenta tropical. Pocas horas después ya era huracán categoría 5. De acuerdo con lo publicado por Phil Klotzbach, meteorólogo de la Universidad Estatal de Colorado, Otis es el huracán de más rápido fortalecimiento en la historia del océano Pacífico. Poco pudo saberse de cómo sería su impacto.
Perdí comunicación con la doctora Estrada a las 2:44 am. Su último reporte finaliza diciendo: “es un terror”.
Horas después en el Centro Virtual de Operaciones en Emergencias y Desastres del IMSS, junto al doctor Cruz Vega y la doctora Célida Duque recibimos información de Ciudad Altamirano, Coyuca, Chilpancingo y Zihuatanejo. Pero nada de Acapulco. Entonces decidí trasladarme al puerto. Se había acordado que los servidores públicos nos encontráramos en la 12 Región Naval, en Acapulco.
Lo inmediato era estar en el Hospital del IMSS, el más grande de los hospitales públicos de Acapulco y el más afectado. Llegué ahí a las 19:23 y, como siempre, personal heroico que se quedó en su puesto, junto a sus pacientes. Esa misma noche acudí, del otro lado de Acapulco, al Hospital Renacimiento y El Quemado que forman parte del plan IMSS Bienestar.
En todos se necesitaban acciones inmediatas sobre todo en el abastecimiento de agua, alimentos y suministros como el diésel para mantener en funcionamiento las plantas de energía eléctrica de emergencia. Recorrimos cada piso de los tres hospitales, hablamos con el personal e hicimos un censo de pacientes. Esa misma noche también arribaron las primeras 25 Unidades Médicas Móviles comandadas por el doctor Gabriel García.
A la mañana siguiente, con el doctor Jorge Alcocer, secretario de Salud, y con todos los titulares del sector instalamos el Comando Operativo para la Seguridad en Salud.
Al corte de esta edición, dicho comando había organizado la llegada a Acapulco de 873 profesionales de la salud; médicos especialistas, enfermeras, paramédicos de todas las instituciones federales: Secretaría de Salud, IMSS, Issste, IMSS-Bienestar, Cofepris, los Institutos Nacionales de Salud y compañeros de Puebla, Michoacán, Estado de México, CdMx, Guanajuato, Guerrero y San Luís Potosí.
Se han realizado, hasta el momento, 293 traslados de pacientes: 248 terrestres y 45 por vía aérea. Fundamentales fueron las ambulancias aéreas, helicópteros y aviones, ambulancias del Ejército, Marina, Cóndores del Gobierno de Ciudad de México, Relámpagos del Edomex y unidades de Puebla, Michoacán, Guerrero, Tlaxcala y Grupo Ángeles.
Hoy hay un total de 100 pacientes hospitalizados en cuatro unidades médicas. Luego del paso del huracán nacieron nueve nuevos guerrerenses, incluidas dos gemelas prematuras.
CFE ha trabajado de manera incesante para conectar la energía de todas las unidades. Lo mismo Conagua.
Serán semanas de grandes retos. Mantener el Cerco de Atención Primaria de la Salud que ha realizado 10 mil 624 atenciones médicas y de enfermería; atender a los pacientes crónico degenerativos, dar seguimiento a enfermedades de control epidemiológico como el dengue.
Volví el domingo pero seguiremos en Acapulco. El Comando de Salud como un componente más de una emergencia que afectó a los que menos tienen. Como lo ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador, en equipo, concentrados en la acción, pondremos a Acapulco de pie.