En la actualidad se acelera la evolución de los cambios mundiales sin precedentes y hemos entrado en un nuevo periodo lleno de turbulencias y transformación. La humanidad se encuentra una vez más en la encrucijada de la historia, donde la comunidad internacional debe enfrentar de manera conjunta los desafíos, buscar oportunidades en las crisis y convertir los retos en coyunturas para explorar el camino hacia un mejor futuro.
Siendo un país grande y responsable, China siempre se adhiere a la visión de beneficiar a todo el mundo, esforzándose por hacer más contribuciones para la prosperidad y la estabilidad mundiales. Las Dos Sesiones recién clausuradas revisan omnidireccionalmente los logros de China en el último lustro y planifica los objetivos y medios para el desarrollo nacional socio-económico en el futuro, sonando la trompeta de la promoción integral de la gran revitalización de la nación china con la modernización al estilo chino, y enviando una señal positiva de que China continuará ayudando al prójimo mientras mejorando a sí mismo.
El mejorar a sí mismo consiste en que la modernización al estilo chino constituye el camino indispensable hacia la materialización de la gran revitalización de la nación china, que no solo cuenta con las características comunes de las modernizaciones de diversos países, sino que también se basa en las peculiaridades chinas de acuerdo con las condiciones nacionales, tomando como referencia activamente las experiencias exitosas de los otros países en liberar y desarrollar las fuerzas productivas y mejorar el nivel de vida del pueblo, mientras evitando las cuestiones crónicas del capitalismo como la brecha entre los ricos y los pobres, el rezago en la gobernanza ambiental, el predominio del materialismo económico y la expansión e invasión al exterior.
El ayudar al prójimo se destaca por la importancia de la modernización al estilo chino para todo el mundo. Las visiones sobre el mundo, los valores, la historia, la civilización, la democracia y la ecología únicas que contiene la modernización china y sus grandiosas prácticas son innovaciones trascendentales en la teoría y la práctica de la modernización mundial. Rompe el mito de “modernización=occidentalización”, crea nuevas formas de la civilización humana, brinda a los diversos países del mundo, especialmente los en desarrollo, importantes inspiraciones, y constituye un robustecimiento de la fuerza de paz, justicia y progreso del mundo. Cuando cada vez más países emprendan el camino de la modernización, se hará realidad el sueño de la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad.
En el proceso de la modernización al estilo chino, China implementará resueltamente la nueva concepción de desarrollo, acelerará la construcción de un nuevo paradigma de desarrollo y realizará un desarrollo de alta calidad. China no se estancará en la promoción de un mayor nivel de apertura y la construcción de una economía mundial abierta. De 2013 a 2021, la tasa promedio de contribución de la economía china a la mundial alcanza el 38,6%, superando la suma de la contribución de los países del G7. El informe de la labor del gobierno recién publicado en las Dos Sesiones señala que este año China hará mayores esfuerzos para atraer y utilizar la inversión extranjera y ampliar el acceso al mercado, promover activamente la incorporación a acuerdos económicos y comerciales de alto nivel, como el Tipat, y expandir constantemente la apertura institucional, lo que brindará más oportunidades de cooperación a todos los países y se convertirá en el acervo común del mundo.
China y México somos grandes países en desarrollo e importantes mercados emergentes. La plena revitalización nacional y el desarrollo del país son aspiración común de los dos pueblos, mientras la modernización al estilo chino comparte muchas similitudes y coincidencias con la estrategia de desarrollo de México. Este año marca el décimo aniversario del establecimiento de la asociación estratégica integral China-México, por lo que las relaciones bilaterales se encuentran en una etapa crucial para heredar el pasado y avanzar hacia el futuro. Debemos implementar los consensos alcanzados por nuestros jefes de Estado, considerarnos mutuamente con firmeza como una importante oportunidad de desarrollo y promover un mayor desarrollo de las relaciones bilaterales en un rumbo omnidireccional, multinivel y de amplio alcance, a fin de traer más beneficios a los dos países y sus pueblos, y crear juntos un mundo mejor.
