Las quejas porque DiDi no emite facturas se acumulan. El sol ya no puede taparse con un dedo. DiDi tiene casi medio millón de conductores y en los cientos de miles de viajes que éstos realizan, emitir factura es más bien… opcional.
Múltiples usuarios se quejan de utilizar la aplicación y nunca recibir comprobantes fiscales. Con frecuencia DiDi emite notas sin valor ante el SAT, pedazos de papel, en lugar de facturas.
Lo investigué. Según me comentó el director de comunicación de DiDi México, las quejas son ciertas, pero la empresa no tiene responsabilidad de facturar porque quienes emiten el servicio no son ellos, sino los conductores. Así, si el conductor no está dado de alta propiamente ante el SAT para poder facturar, el problema es del conductor, no de DiDi. DiDi se lava las manos. De hecho, si se quiere una factura, le tocaría al pasajero denunciar al conductor ante el SAT.
El problema es que esta explicación tiene dos grandes agujeros.
El primero es que, según han reportado varios usuarios, para el pasajero es imposible presentar una denuncia ante el SAT porque se le piden los datos fiscales del conductor. Estos datos son desconocidos por los pasajeros de DiDi. Es decir, esta app pone al pasajero en un problema en el que no se encontraría de no ser por haber utilizado a DiDi.
El segundo, aun más grave, es que Uber sí factura. Todos sus viajes. Uber, teniendo el mismo mecanismo de operación que DiDi, factura sin falta alguna. Lleva una década haciéndolo. ¿Por qué es diferente?
Lo investigué. Según me comentó el director fiscal para América Latina de Uber, la razón es muy sencilla. Uber factura porque obliga a que todos sus conductores estén dados de alta propiamente ante el SAT para poder facturar. En efecto, el conductor es quien emite las facturas, pero Uber no se lava las manos. Por el contrario, “tiene una colaboración estrecha con las autoridades fiscales de México” y un compromiso por “ayudar a la formalización de la economía del país”. Por ello obliga a todos los conductores que deseen usar la plataforma a cumplir sus obligaciones fiscales.
En DiDi cumplir es opcional. La plataforma motiva a los conductores a hacerlo (e incluso les retiene más impuestos si no emiten facturas), pero no tiene una política estricta para impedir violaciones a la ley fiscal por parte de los conductores que operan en DiDi.
Los conductores que utilizan DiDi en ocasiones no tienen firma electrónica para facturar. Algunos tienen el problema de que obtener una cita ante el SAT para la firma electrónica llega a tomar varias semanas de espera. Otros tienen firma electrónica, pero reportan que para darla de alta ante DiDi se tiene que ir a las oficinas centrales de la empresa porque el sistema para subirlo de manera digital con frecuencia no sirve.
No es normal que facturar un viaje con DiDi sea tan difícil. Si esta situación se permite es porque el SAT no presiona a la empresa suficiente. Los únicos que pierden somos los ciudadanos.
La pregunta es por qué el SAT no dice nada. ¿Será porque al SAT le favorece que no haya deducciones? ¿Será que a alguien le interesa darle a DiDi una ventaja competitiva? –al final del día, gracias a esta laguna fiscal DiDi tiene acceso a más conductores que su competencia.
Esperemos que Antonio Martínez Dagnino ponga orden entre las apps de transporte y se les obligue a facturar siempre. El Congreso debería presentar una iniciativa para que las apps que ofrecen servicios de terceros tengan la obligación de facturar.
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