He de confesar que soy fanático de la música de Julión Álvarez y me preocupa que su inclusión en la lista Clinton y la aplicación de la ley Kingpin, constituyan un golpe a su carrera del cual ya no se pueda recuperar.
Debido a que la gran mayoría de las empresas del sector entretenimiento tienen capital o relación con capitales norteamericanos, por lo que al cantante se le puedan cerrar oportunidades y plataformas para la difusión de su música.
Hay que recordar que la ley Kingpin es un dispositivo jurídico que se encuentra vigente desde el año 2000, el cual se diseñó para combatir las finanzas del crimen organizado, mismo que faculta al Gobierno de los Estados a aplicar sanciones económicas e incluso a expropiar los bienes de las empresas norteamericanas que tengan relaciones comerciales con personas o empresas incluidas en la lista Clinton.
En palabras simples, eso quiere decir que desde que se dio a conocer el pasado 9 de agosto su inclusión en la lista Clinton, por presuntamente pertenecer a la red criminal de Raúl Flores, todas las empresas de capital norteamericano deben evitar hacer negocios con Julión, ya que de lo contrario corren el riesgo de ser multadas o expropiadas.
Por tal motivo, no resulta extraño que hace unos días YouTube y Spotify hayan anunciado que retirarán de manera temporal los vídeos y las canciones de Julión de sus respectivas bibliotecas. Al paso que vamos, en unos meses podría ser complicado oír de manera legal las canciones de Julión, ya que es muy probable que en los próximos días se sumen otras compañías como Apple Music, Google Play, Deezer o Rdio.
Lo grave es que esto apenas empieza, por ejemplo, ya no podría realizar conciertos en los Estados Unidos o vender boletos para sus conciertos en México por Ticket Master, salir en televisoras americanas, también tendría que cambiar de disquera, ya que Julión Álvarez tiene un contrato con la empresa Fonovisa, que es una subsidiaria de Universal Music.
En resumen, la acusación está ahogando financieramente a Julión y está cortando las vías legales que tiene para comercializar su música, por lo espero que Álvarez pueda demostrar su inocencia, antes de que el daño sea fatal para su carrera.
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