La falta de invitación al Rey Felipe VI de España a la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como Presidenta de México ha generado una crisis diplomática entre México y España, de forma innecesaria y hasta absurda, debido a que el motivo que se aduce es que el Rey no dio respuesta a una carta de AMLO en donde se le pedía que se disculpara por los abusos cometidos por España en la conquista de México.
¿Una disculpa cambiará las atrocidades del pasado?
No, por supuesto que no, pero la exigencia de que la misma se dé, si van a entorpecer las relaciones diplomáticas y económicas con nuestro segundo socio comercial y probablemente con el resto de la Unión Europea.
Por no decir lo obvio, a nadie daña que asista el Jefe de Estado de España que ha asistido a cada toma de protesta y que además se trata de una figura ornamental.
Bajo dicha lógica debieron negar invitaciones a toda la delegación española, también a la de Estados Unidos por la intervención norteamericana de 1846, a la de Francia por la intervención francesa de 1862, o a la de Reino Unido por su intento de invasión de 1861 y así podríamos buscar motivos para pelearnos con más países para aislarnos del mundo defendiendo una falsa idea de soberanía.
Por qué en lugar de exigir disculpas no revalorizamos a las comunidades indígenas del país, buscamos inversiones conjuntas con empresas extranjeras para mejorar sus condiciones de vida, rescatamos sus tradiciones, muchas de las cuales están desapareciendo y propiciamos que su cultura se conozca en otras partes del mundo.
Pelear no lleva a nada, México tiene una honda tradición de neutralidad que deberíamos rescatar, de llevarnos de forma cordial con naciones que pertenecen a todo el espectro político, ese ha sido el matiz de nuestras relaciones diplomáticas que se ha perdido en los últimos años, no solo en los Gobiernos de MORENA, sino también con los de PAN, volvamos mejor a una senda de cooperación y comunicación con todos.
@victorsanval