Cuando se presentaron los resultados de la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el país no quedó conforme, había muchos huecos en lo que el entonces Procurador Jesús Murillo Karam bautizó como “verdad histórica”.
Hoy se debe reconocer al Gobierno Federal y al Subsecretario Alejandro Encinas por dar un paso adelante en la investigación, aunque el mismo no es suficiente, ya que aún no conocemos la verdad, ni hay justicia en este caso.
Sin duda hay avances respecto a lo hecho en el pasado, pero tampoco se puede calificar a los mismos como fundamentales, contribuye sí el reconocimiento de que se trata de un Crimen de Estado y que se acepte la participación de militares, pero tampoco se trata de información nueva, ya se sabía, pero no se aceptaba de forma oficial.
Grave es que aún no se sepa el paradero de 40 de los 43 estudiantes, eso significa que las investigaciones no han sido lo suficientemente exhaustivas, porque la desaparición de 43 personas implica la participación de decenas de actores involucrados, o bien, que aún este Gobierno encubre a personajes relacionados con dichos crímenes.
Se aplaude al Gobierno Federal, pero a la vez se exige que continúe con sus investigaciones, porque su trabajo no ha llegado ni a la mitad de camino.
Se reconoce que haya iniciado los arrestos de las personas que interfirieron en la correcta búsqueda de la verdad, como el Procurador Murillo Karam, pero lo más importante es que caigan los perpetradores materiales e intelectuales, no las autoridades que fueron poco diligentes en su trabajo.
Advierto en el Gobierno Federal un esfuerzo, pero también el uso de salidas fáciles en este asunto, el reporte preliminar es valioso, pero se queda corto en lo que a nuevos elementos se refiere, los arrestos serán fundamentales, pero tampoco se trata de arrestar por arrestar, lo que se debe buscar es la verdad última, saber el paradero de los jóvenes y dar con todos los perpetradores del crimen.
@victorsanval
