Para la pasada campaña y votación, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) lanzó una propuesta de redención, postrándose como la solución a los problemas actuales del país, muchos de ellos, herencia de gobernantes y dirigentes surgidos desde sus propias entrañas.
Con el lema “El partido de México”, intentó enganchar en el electorado para ser una opción tras “los atropellos y el autoritarismo” de Morena, tal cual lo expusieron en sus spots. Lejos de generar conciencia, televidentes y radioescuchas se mofaron de sus mensajes; las razones sobran.
En Tamaulipas, a diferencia de otros estados, no lograron concretar la “Alianza Frankenstein” con Acción Nacional (PAN). Se fueron por su cuenta y ante esto, el presidente del comité estatal Edgar Melhem garantizó un resurgimiento del tricolor. A una semana de la histórica jornada del 6 de junio, entregó muy malas cuentas.
Lo único destacable es seguir como tercera fuerza en la entidad, abarcó el 9 por ciento de la preferencia, pero sin avances. Antes de la fecha tenía seis municipios y hoy solo gobierna en Güémez, Abasolo, Jiménez y Guerrero.
Por esos 133 mil sufragios entrará Melhem, Alejandra Cárdenas y posiblemente Alejandro Guevara a la próxima legislatura vía plurinominal; es decir, ninguno de sus candidatos parlamento estatal ganaron. Y en municipios el asunto se tornó peor. Alex Montoya en Ciudad Victoria fue el mejor votado, logró 13 por ciento de las preferencias, pero lo alarmante está en Tampico donde 1.09 por ciento se decidió por Paloma Guillén, 3 por ciento por Adolfo Martínez Tapia en Ciudad Madero, así como entre 4 a 6 por ciento para Jaime Gacía (Altamira), Cristabell Zamora (Nuevo Laredo), Pedro Lus Coronado (Matamoros) y Benito Sáenz (Reynosa).
Y en las diputaciones federales, hubo casos donde fueron superados por Movimiento Ciudadano. Nadie esperaba estos resultados. O mejor dicho, todos esperábamos estos resultados, la diferencia es qué tan catastrófico sería.
En este panorama, el Revolucionario Institucional terminó con otro fracaso más, una sana costumbre en sus filas adoptada desde 2016. El punto en esta ocasión, es que fueron una desgracia.
Y con todo esto, dicen “nos fue muy bien”. ¿Les creeremos? _