Antes de la crisis global derivada de covid-19 a nivel mundial, la salud pública era una ciencia poco mencionada en medios masivos e incluso dentro del gremio médico es una especialidad considerada por muy pocos profesionales de la salud como actividad principal.
Una de las mejores cosas de una pandemia mundial, si podemos ver el lado positivo de las cosas, es que ha puesto la salud pública en un primer plano y realmente nos ayudó a comprender qué es la salud pública. Ésta se compone de muchas profesiones y muchos roles; mucha gente trabaja de forma simultánea en diferentes niveles.
Lo positivo de la pandemia mundial, es que ha puesto la salud pública en un primer plano
Al mencionar la palabra “niveles”, puede significar trabajar dentro de un vecindario, dentro de una ciudad, a nivel de alcaldías, a nivel estatal, a nivel nacional e internacional. Con suerte, usted la ha visto salir a la luz, ser aplicada en las respuestas de covid-19 en su área. La salud pública, también es bueno saberlo, tiene vínculos con la salud y la medicina; también se relaciona con todas estas cosas que realmente nos ayudan a estar saludables, además del acceso a personal de salud y medicinas. Entonces, cuando pensamos en la salud pública, también pensamos en la importancia de la alimentación, el transporte, la vivienda, el empleo, los ingresos e incluso la comunicación; cómo podemos acceder a la información, cómo podemos acceder a las noticias, cómo podemos acceder a dónde obtener ayuda.
Algunos de los diferentes roles dentro de la salud pública son los equipos de seguimiento de casos que trabajan para rastrear, diagnosticar y contener enfermedades transmisibles o enfermedades infecciosas, los científicos que desarrollan vacunas y los equipos de salud comunitarios que llevan las vacunas, los equipos de veterinarios, agricultores y técnicos que mantienen seguros nuestros alimentos y nuestro sistema alimentario, los ingenieros y trabajadores comunitarios que desarrollan e instalan sistemas de agua potable y alcantarillado, los educadores que ayudan a las personas a comprender los riesgos de los comportamientos que afectan la salud a largo plazo y las organizaciones que ayudan a apoyar comportamientos positivos de salud, tal como el Instituto de Salud Pública Anáhuac.
Podemos definir a esta rama médica como el arte y la ciencia de proteger y mejorar la salud de las personas, en parte asegurando las condiciones en las que éstas pueden estar saludables. ¿Por qué la ciencia es parte de esa definición? Primero, queremos ser capaces de entender quién, qué, porqué, cuándo y cómo. Queremos poder acceder a los datos para comprender quién está infectado o quién está sufriendo daños; en qué parte del país, del estado, qué alcaldía o comunidad; de igual forma, qué está causando potencialmente ese daño y lo que sabemos que podemos hacer al respecto. Es una ciencia porque usamos datos y también debemos usar evidencia pasada.
Si pensamos en SARS-CoV-2, este era un virus nuevo que nunca antes habíamos experimentado como humanidad, pero muchas de las prácticas de salud pública que hemos utilizado se basaron en evidencia pasada, experiencia pasada que hemos tenido sobre cómo combatir una enfermedad viral que se propaga a través del aire y partículas. Otra parte fundamental es que, como humanidad, queremos utilizar el descubrimiento y pensar en desarrollar nuevos diagnósticos, pensar en desarrollar nuevas vacunas o nuevos medicamentos, pensar en estudiar lo que funciona contra lo que no funciona para que podamos contribuir a esa evidencia.
Necesitamos poder hacer coincidir una solución con la necesidad específica y el contexto específico, la misma intervención, digamos, para llegar a las personas que están luchando con enfermedades crónicas que funciona en la Ciudad de México con grandes edificios, alta densidad, cerca de muchas cosas, tal vez no funcionará en un poblado de diferente escala; el arte de la salud pública es esta capacidad de tomar la ciencia, tomar las cosas que sabemos, tomar las cosas que podemos anticipar y luego agregar algo de creatividad a eso para aplicarlo al contexto en donde se piensa implementar para poder asegurarnos de que lo estamos haciendo bien.
El enfoque de la salud pública es bastante claro, trabaja para prevenir enfermedades o daños antes de que sucedan, promover la salud creando entornos que apoyen la salud, prolongar la vida, ayudar a las personas a vivir vidas largas y satisfactorias, reducir el dolor y la discapacidad, apoyar a la población en su conjunto, lo que significa pensar en intervenciones que ayuden a muchas personas a la vez. _
* El autor es médico investigador del movimiento Ciencia Previene Violencia, una iniciativa del Instituto de Salud Pública Anáhuac, Universidad Anáhuac México
Víctor Andrade Carmona