Como médico y columnista, siempre estoy buscando tecnologías nuevas e innovadoras que puedan mejorar la forma en que brindamos atención médica. Una tecnología que me ha llamado la atención recientemente es ChatGPT, un modelo de inteligencia artificial (IA) desarrollado por OpenAI.
ChatGPT es un modelo de procesamiento de lenguaje natural (NLP, por sus siglas en inglés) que puede comprender y responder al lenguaje humano de una manera que imita la conversación humana. Esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la forma en que interactuamos con los pacientes y brindamos atención.
La IA en el cuidado de la salud brinda muchos beneficios, incluida la automatización de tareas y el análisis de grandes conjuntos de datos de pacientes para brindar una mejor atención y a un costo menor. Según diferentes estudios por organizaciones reconocidas, aproximadamente 30% de los costos relacionados a salud están asociados a tareas administrativas.
Una de las aplicaciones potenciales de ChatGPT en el cuidado de la salud se encuentra en el campo de la telemedicina. Los pacientes ahora pueden recibir atención médica desde la comodidad de sus hogares, sin tener que viajar a una clínica física. Sin embargo, uno de los principales desafíos de la telemedicina es la falta de interacción humana. ChatGPT puede ayudar a cerrar esta brecha al permitir que los pacientes interactúen con un médico virtual a través de conversaciones en lenguaje natural.
Otra aplicación potencial de ChatGPT en el cuidado de la salud es en el campo de la investigación médica. La capacidad de comprender y procesar grandes cantidades de literatura médica es crucial para el avance del conocimiento médico. ChatGPT puede ayudar a los investigadores en esta tarea mediante la identificación rápida y precisa de estudios relevantes, la extracción de datos importantes y el resumen de hallazgos.
Además, ChatGPT también podría usarse en el campo de la salud pública. La capacidad de procesar grandes cantidades de datos de manera rápida y precisa es crucial para monitorear y responder a emergencias de salud pública. ChatGPT puede ayudar a los funcionarios de salud pública identificando patrones y tendencias en los datos, como la propagación de una enfermedad.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, al igual que con cualquier tecnología nueva, también existen riesgos y desafíos potenciales asociados con el uso de ChatGPT en el cuidado de la salud. Una preocupación importante es la posibilidad de sesgo en los datos utilizados para entrenar el modelo, lo que podría conducir a resultados inexactos o injustos. Además, existen preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad del paciente, así como la posibilidad de pérdida de empleo a medida que se automatizan las tareas que realizan los humanos.
En conclusión, ChatGPT es una tecnología poderosa y prometedora que tiene el potencial de revolucionar la forma en que brindamos atención médica. Sin embargo, es importante considerar cuidadosamente los riesgos y desafíos potenciales asociados con su uso, y tomar medidas para garantizar que la tecnología se use de manera ética y responsable.
Víctor Andrade Carmona