Las madres y padres de familia utilizan diferentes prácticas a la hora de educar a sus hijas e hijos y casi siempre toman como referencia las que recibieron dentro de sus propias familias. Estas prácticas se conocen como estilos de crianza, las cuales pueden incrementar o disminuir la probabilidad de que los jóvenes tengan comportamientos problemáticos. De acuerdo con la guía de Cenadic sobre crianza positiva, las prácticas parentales que actúan como factores de riesgo son: disciplina inconsistente, severa y/o rígida; pobre monitoreo y supervisión; excesivo uso del castigo corporal; castigo no contingente y severo; y ausencia de reforzamiento ante conducta positiva. A pesar de las intervenciones que puedan tener los padres y/o tutores con los jóvenes de sus familias, todos estamos expuestos al peligro que representan las bebidas adulteradas.
Cada año, cientos de personas en México son víctimas de ‘drink spiking’, un delito en el que se agrega alcohol o drogas a una bebida de manera subrepticia sin el conocimiento de la persona. Desafortunadamente, el consumo de bebidas alcohólicas a menudo se asocia con agresiones sexuales y robos, por lo que es una preocupación seria para todos. Una encuesta realizada en clubes nocturnos encontró que un tercio de los estudiantes habían experimentado que sus bebidas estaban adulteradas. Sin embargo, la mayoría de los incidentes denunciados no están vinculados a ningún delito adicional. La adición de bebidas es ilegal, independientemente de la intención.
La adición de bebidas no se limita a introducir drogas en una bebida alcohólica, también puede incluir agregar alcohol extra a una bebida ya alcohólica o poner alcohol en una bebida sin alcohol. Las drogas recetadas o ilegales, como los tranquilizantes o las anfetaminas, que también se conoce como éxtasis líquido, también se pueden usar para adulterar las bebidas, tanto alcohólicas como no alcohólicas.
Los síntomas de la intoxicación por bebida pueden variar y dependen de muchos factores, como la sustancia utilizada, la dosis, su tamaño y peso, y la cantidad de alcohol que ya ha consumido. Los síntomas incluyen sentirse mareado o somnoliento, sentirse más borracho de lo esperado, arrastrar las palabras, pérdida de inhibiciones, pérdida del conocimiento, confusión mental, pérdida de memoria, alucinaciones, paranoia, náuseas, vómitos, convulsiones y una resaca inusualmente larga o severa.
Si sospechan que su bebida ha sido adulterada, no ignoren la situación por vergüenza. Díganle al gerente o al anfitrión lo que está sucediendo e intenten llevar su bebida con ustedes, ya que la policía podría usarla como evidencia. Si un amigo se ve afectado por el consumo de bebidas alcohólicas, llévenlo a un área segura y quédense con esa persona. Si su condición se deteriora, llamen a una ambulancia o llévenlo al departamento de emergencias más cercano.
La Fundación de Investigaciones Sociales, A.C. (FISAC) es una asociación civil, creada en 1981 con el objetivo de contribuir a la prevención del uso nocivo del alcohol en México.
www.alcoholinformate.org.mx es el sitio de la fundación donde podrá encontrar información relacionada con la institución y su labor social.