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La música para sentir lo que no es fácil sentir

  • La pluma en el mapa
  • La música para sentir lo que no es fácil sentir
  • Verónica Sánchez

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Basta con ponerle ‘’play’’ a la canción precisa para llegar a ese lugar donde puedo ser libre y sentir; sí, con la música he bailado, he llorado, he reído, he recordado, he besado, he amado, he vivido, he viajado. Decía el escritor Carlos Vega que ‘’La música está aquí todos los días, entre nosotros, pero tardamos en abarcarla y entenderla’’ por lo que convendría dar algunas miradas y quizá observándola bien encontremos algo que merezca mayor consideración. Aunque todos la conocemos, la sentimos y la nombramos, solo algunos optimizan este gran recurso disponible.

En lo personal, la música transforma mi escena al momento que comienzo a escucharla, conecto con algo dependiendo la canción, cual fuese un arcoíris capaz de resaltar emociones toda vez que lo necesite. Me ancla, me une a los demás, me evoca recuerdos y me predispone a ciertos estados anímicos, me indica por cual territorio de emociones me voy a mover.

Dicen que la música y los olores son los 2 elementos que tienen el poder de transportarnos a los recuerdos. La música está vinculada con nuestra evolución humana; las primeras referencias aparecen en Grecia, en su extensa mitología se le confiere un origen divino y fue apreciada por sus poderes para curar y purificar la mente y el cuerpo, incluso se le atribuían efectos especiales sobre la naturaleza. También resulta increible el impacto que tienen los sonidos en los animales, por ejemplo, existe evidencia de que las vacas producen más leche cuando se les pone sonatas de Mozart debido a la descarga de estrés que les genera, y las plantas florecen más cuando hay música de fondo. En las personas el ritmo cardiaco se adapta a la música que escuchamos y en ciertos géneros como el rock y el pop, puede aumentar nuestra resistencia al ejercicio físico intenso.

Me resulta interesante el hecho que a pesar de que los recuerdos pueden llegar a desaparecer por efectos de enfermedades degenerativas o accidentes, está comprobado que la memoria emocional permanece y se puede estimular con la música.

La mayoría necesitamos orden en nuestras vidas que nos estimule y nos dé estructura, algunas veces puede ser el silencio, la naturaleza o incluso aquello que podamos obtener de nuestro propio cuerpo. Lo cierto es que cualquier emoción, momento importante de nuestra vida, cualquier persona que ha tomado un lugar importante en nosotros, en el mayor porcentaje está asociado a la música, ¿o no?

Si pensamos en las bellas artes: la poesía, la pintura, la literatura, el teatro, la danza; notamos que éstas van llegando con el paso del tiempo a nuestras vidas, pero en el caso de la música la comenzamos a crear con el latido de nuestros corazones desde que somos un feto.

Según científicos al escuchar las canciones que nos gustan se activan diversos circuitos neuronales que crean códigos de información y producen dopamina, la famosa hormona del placer encargada de regular funciones como el sueño, la memoria y la motivación.

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que escuchar música ayuda a controlar los niveles de glucosa en la sangre, fortalece al sistema inmunológico y mejora los niveles de estrés. Recientemente la misma OMS realizó estudios sobre los lazos entre el arte y la salud, haciendo un llamado a los gobiernos y autoridades a aplicar políticas de colaboración entre artistas y el sector sanitario con el objetivo de fortalecer la situación de salud de la población especialmente en tiempos de cuarentena. Prueba de ello es la cantidad de hospitales que durante la pandemia han integrado la música en salas de pacientes para contrarestar la situación sanitaria.

El cerebro necesita patrones para entender el entorno y darle sentido; y si nuestro universo emocional tiene la sensibilidad de captar los mensajes que la música emana, podríamos tomar ese grandioso recurso para vivir mejor y aligerar las situaciones cotidianas. La música es tremendamente social y es de todos, ¿por qué de todos? porque todos cantamos, todos tenemos un cuerpo y todos sentimos . Aprovechemos el poder de la música para navegar por nuestras emociones y vivir mejor.

Considero que uno de los secretos para ejercer nuestra libertad radica en la educación de las personas, y no hablo de una educación solamente técnica sino aquella capaz de desarrollar al ser humano por dentro y por fuera; por lo que creo que la música es un poder innato e ideal para la educación emocional de todos. Como diría nuestro amigo Don Quijote, ‘’Una educación para el alma’’, ó como diría Sancho, una educación para la panza. Ambos necesarios.

Verónica Sánchez

Verosanchez_tv

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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