El cierre de cifras fue de una diferencia notable. Mientras que en 2019 fueron 153 y en 2020 fueron 131 casos, en el año 2021 se registraron 170 suicidios. Muchos.
Todos o casi todos le achacan a la pandemia provocada por el COVID19 desde inicios del 2020, el alza en síntomas de depresión, ansiedad, ideaciones e intentos suicidas y en los decesos por quienes toman la última decisión.
La primera actividad pública que realizó el gobierno del estado de Durango en el año que recién se estrena fue precisamente la presentación de la “campaña” Trabajando juntos para la Prevención del Suicidio en el Hospital de Salud Mental Doctor Miguel Valle Bueno.
Pero solo fue eso: un evento protocolario de arranque, discursos y fotos.
Ahí estaban reunidos servidores públicos del gabinete de José Rosas Aispuro Torres, integrantes de la sociedad civil organizada, rectores de universidades, sobre todo de la capital y el alcalde de ésta, Jorge Salum del Palacio, quien advirtió la responsabilidad que todos tienen para atender la salud mental, un detalle que se le olvidó o poco valoró en 2020 cuando tomó la decisión de “fusionar” el Instituto de Salud Mental de Durango capital con la Dirección de Salud, por un tema presupuestario. Gran idea en medio de una crisis sanitaria y de salud mental.
La llamaron “Trabajando juntos para la Prevención del Suicidio”, pero fue solo un evento de pasarela en el estrado.
Durante 40 minutos, escuchamos a siete oradores de lo preocupante que se ha vuelto el tema del suicidio en el estado y el ánimo y disposición que tienen para trabajar por la salud de los chavalos. Hasta ahí.
¿Las líneas de acción? Nada. ¿El presupuesto a destinar? Nada. ¿La participación y coordinación de los actores políticos y de la sociedad civil organizada? Nada. ¿Metas, logros a alcanzar? Nada.
Solo bla bla bla.
¿Entonces qué fue? Una pasarela de discursos y fotos, a propósito de año nuevo, pareciera.
El único dato “duro” que proporcionó el gobernador fue que durante el 2021 el hospital psiquiátrico ofreció 35 mil consultas. Tan tan.
También dijo que seguía disponible el 911 para la recepción de llamados de auxilio. Wow.
Sabemos que el gobe está en el último año de gestión y que es muy difícil por no decir improbable, que le meta varo a una línea de gobierno, cuando ya se va.
La presentación de la “campaña” fue un sin sentido y un despropósito, para la población de Durango que no necesita buenos deseos que ya escuchó en la entrada de año nuevo, sino acciones concretas, claras y factibles para sacar al estado del lugar 14 a nivel nacional en suicidios (7.1), incluso sobre la media nacional que es de 6.2, según tasa estandarizada sobre suicidios 2020 por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática INEGI.
Sobre todo, garantizar condiciones dignas a los ciudadanos que les propicien salud mental y que no son propiamente del ámbito médico. PrimeroPersona.
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