La vida en tiempos de pandemia no ha sido fácil. Los estragos del virus y del confinamiento han llegado a todos los rincones del planeta, dejando a su paso un saldo de pérdidas humanas y económicas.
Muchas empresas han cerrado sus puertas y otras han tenido que despedir a una buena parte de su personal.
Otros trabajadores fueron enviados a casa sin ingreso o con sólo una parte de su sueldo.
Una amplia gama de acciones injustas que, debido a la situación, el trabajador tiene que aceptar o en su caso denunciar, aunque las instancias que apoyan e investigan este tipo de reclamos se encuentran cerradas o trabajando con guardias.
Ser despedido es una experiencia que puede ser devastadora. La carga psicológica y emocional afecta al individuo y a su familia no sólo en el área económica.
Una entrevista personal suele ser el método más utilizado para hacerlo, pero en esta época en que las formas de hacer las cosas han cambiado de la mano de la tecnología, la gestión del capital humano no podría quedarse atrás en sus prácticas.
El confinamiento ha propiciado el trabajo desde casa y las reuniones virtuales, utilizando diversas aplicaciones que se aprovechan en el ámbito laboral, social y educativo.
El Zoom es una de estas plataformas, que ahora también se ha venido utilizando para despedir personal de manera masiva.
Empresas como Uber, Weight Watchers, Bird, entre otras, se han valido de esta forma de comunicación para cumplir con la difícil tarea de separar a una buena parte de sus trabajadores, quienes reciben invitación a unirse a una reunión virtual en donde se apaga tanto micrófono como video, del tal forma que no hay interacción, salvo la de la persona que habla y da instrucciones sobre el despido.
Un factor a considerar es el ahorro de tiempo y la imposibilidad de hacerlo cara a cara por el distanciamiento social, además que los despidos han cruzado fronteras y se han hecho en diversas partes del mundo con una simple videollamada de tres minutos.
Lo anterior demuestra que, independientemente de las leyes laborales aplicables en cada país, las empresas muchas veces incurren en prácticas injustas y de ética cuestionable; si bien el aspecto económico puede ser determinante para tomar este tipo de decisiones, sería importante tratar de culminar la relación laboral de una manera digna y conforme a la ley.