La manufactura esbelta es un conjunto de herramientas que permite identificar y eliminar todos aquellos desperdicios que existen en un proceso, sin importar su naturaleza. Es posible que el lector este pensando en un proceso de manufactura, sin embargo, estamos rodeados de procesos, la gran parte de tareas que se realizan de forma cotidiana son procesos, desde que despertamos y nos preparamos una taza de café, hasta los complejos procesos de atención al cliente que realizan las instituciones de salud.
El origen de la manufactura esbelta, se da en la reconocida empresa automotriz Toyota, en Japón, fundada en 1946 por Sakichi Toyoda, su hijo Kiichiro y el ingeniero Taiichi Ohno.
Su estrategia se centra en identificar aquellas actividades que no agregan valor para el cliente, una vez identificadas las actividades sin valor, se reducen o se eliminan. En términos más simples, manufactura esbelta es utilizar los recursos necesarios y el tiempo mínimo para hacer justo lo que haya que hacer y cuando haya que hacerlo. Su aplicación busca elevar la productividad en un sistema, aunque esta
tiene tres grandes enemigos que siempre la limitan.
La primera limitante de la productividad es conocida como “MURI”, término Japonés utilizado para lo que se conoce como “sobrecarga”, la sobre carga ocurre cuando a los operarios o a las máquinas se les exige que produzcan más allá de sus limites naturales o de sus capacidades, lo que implica entornos laborales con altos niveles de estrés, suciedad e incluso entornos peligrosos para las personas que conviven en ese entorno.
La segunda limitante es la variabilidad (MURA), lo cual implica que cualquier proceso, sin importar su naturaleza, posee variabilidad, imagine una botella de su refresco favorito, observe cuidadosamente su contenido, ¿Qué tan cerca o alejado estará ese contenido de lo que establece el contenido neto en la etiqueta del producto?, la variabilidad existirá siempre, en mayor o menor medida, es inevitable.
La tercera limitante es el desperdicio (MUDA). De acuerdo con la filosofía Toyota son 7 desperdicios que limitan la productividad en un sistema: sobreproducción, exceso de inventario, movimientos excesivos de materiales. procesamiento excesivo, espera y transporte de materiales.
El Ingeniero Industrial encargado de elevar la productividad, debe ser capaz de identificar claramente estos siete desperdicios, con la finalidad de acercarse cada vez más a entregarle al cliente exactamente lo que quiere (calidad, costo y entrega), en el momento preciso que lo necesita, no antes, no después. El Ingeniero Industrial debe comprender que el factor más importante dentro de una organización son las personas, debe ser capaz de motivarlas, que sean flexibles y que se encuentren resolviendo problemas continuamente.
En la Universidad Politécnica de Tulancingo se trabaja continuamente con los alumnos y profesores de la carrera de Ingeniería Industrial, en las áreas de Manufactura esbelta y Seis Sigma, a niveles de certificación, lo cual permite asegurar que los alumnos que egresen sean capaces de resolver problemas de productividad en los entornos de producción o de servicios.
JAVIER LICONA PALACIOS
Profesor de tiempo completo