Uno de los grandes objetivos de la Universidad Autónoma de Puebla es establecer mecanismos institucionales que consoliden una cultura con perspectiva de género, además de garantizar una vida incluyente y libre de violencia. Para alcanzar este propósito la máxima casa de estudios creó el Protocolo para la Prevención y Atención de la Discriminación y Violencia de Género, el cual se conforma como un instrumento para visualizar prácticas y actitudes nocivas, así como para erradicarlas.
De esta forma el protocolo es instrumento que no sólo atiende el problema de la violencia contra las mujeres, sino también la inclusión, exclusión y discriminación social.
El protocolo fue desarrollado a través de un ejercicio inclusivo con la participación de la comunidad universitaria, expertos en temas de género y legislación, así como miembros de la Dirección de Acompañamiento Universitario, del Centro de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Oficina de la Abogada General.
Para constituirlo fueron necesarios diferentes análisis de referencias internacionales, nacionales y estatales, los cuales sirvieron de marco teórico para el trabajo subsecuente. AsImismo, se llevaron a cabo foros de consulta en Ciudad Universitaria, las áreas de la Salud y Centro, y los cinco complejos regionales.
De igual forma, se creó una base de datos donde se ingresaron más de mil 30 propuestas, sugerencias y observaciones con respecto al borrador inicial. Todo ello se sintetizó en 65 propuestas que se integraron en un segundo documento sometido a discusión en los foros.
Su publicación fue en la Gaceta Universitaria con el objetivo de que la comunidad encuentre los mecanismos institucionales necesarios para consolidar una cultura con perspectiva de género que garantice una vida incluyente y libre de violencia.
En este sentido, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación estamos comprometidos a la difusión de este logro que impacta la vida de los miembros de la institución, ya que como el rector ha mencionado, en la medida en que todos estemos debidamente informados podremos ser partícipes de su debida aplicación y contribuir al bienestar integral de nuestra comunidad
Así, el protocolo responde a la situación actual que se vive en México, pues durante 2019, 18 estados activaron la alerta de violencia de género. Ante este panorama, la universidad decidió actuar a través de la prevención y atención.
En el documento se destaca su ámbito de aplicación sin importar carácter, jerarquía y función de las personas involucradas. Se hace visible a las instancias y autoridades competentes para atender los casos suscitados, como las unidades de género, la Dirección de Acompañamiento Universitario, la Defensoría de los Derechos Universitarios y la Oficina de la Abogada General.
Asimismo, se presenta de manera puntual la descripción de los actos que puedan ser considerados discriminatorios o violentos y que sean motivo de presentar una queja; este rubro está acompañado del diseño de diversos procesos. Al final del documento se incluyen cuatro anexos que refuerzan de manera esquemática y descriptiva todos los procesos, motivos de este protocolo.
ANGÉLICA MENDIETA