La información es un elemento fundamental para la toma de decisiones, comunicar ideas y promover la disminución de los costos, es una de las tareas que están asumiendo los medios de comunicación en la pandemia por el covid-19. Por lo cual un nuevo paradigma de la comunicación es el consumo colaborativo en la información y comunicación. Es decir, orientar a la población sobre cómo ahorrar, invertir, obtener mejores beneficios en los productos y por supuesto, dar a conocer datos sobre temas de salud y medicina.
Los medios de comunicación han adoptado en gran parte, este compromiso social para difundir con mayor responsabilidad social, construyendo la comunicación solidaria y la comunicación para el consumo colaborativo en las redes sociales, donde muchos participan, debaten, colaboran y se integran a la aldea global de la información disponible.
Así, ante la pandemia se está tratando de construir una versión comunicativa más social, atenta a las necesidades para disminuir la desigualdad social, la inequidad y marginación de las personas. John Rawls, filósofo estadounidense, autor de la teoría de la justicia social, planteaba que los bienes primarios como la educación, salud, empleo, seguridad y justicia debían ser garantizados por las instituciones del Estado, pero ante las fallas y deficiencias para otorgar estos bienes, ahora las organizaciones de la sociedad civil se han empoderado en las redes sociales para ofrecer ayuda, consejos y opciones en la venta de productos.
Existen en la red actualmente, asesorías especializadas en materia jurídica y alimenticia, así como múltiples mecanismos de comunicación e información que pueden modificar y beneficiar a las personas. La comunicación solidaria es por tanto una buena opción para informar, entretener y por supuesto educar.
Además, se utiliza a los medios de comunicación como mecanismos para disminuir costos en el mercado, a través de acercar a los clientes y vendedores, un nuevo sistema de intercambio que se ha detonado con la imposibilidad de asistir a los centros comerciales. La comunicación abierta entre los usuarios dota de confianza y provee mecanismos para generar negocios virtuales, así esto se está convirtiendo en una nueva tendencia, como el proceso de Uber, donde se comparte el costo y se obtienen beneficios en el transporte. Airbnb es otro ejemplo de cómo integró a los particulares, donde la comunicación es directa y permite disminuir costos en la prestación del servicio de alquiler de habitaciones. Es una experiencia distinta y por supuesto es posible a través de internet.
Un resurgimiento de las comunidades, donde la solidaridad y el apoyo pueden emerger y construir una forma de integración social en el ecosistema virtual, a través de programas de radio, podcast, campañas sociales e incluso videos educativos. La comunicación colaborativa llegó para quedarse.
JOSÉ LUIS ESTRADA