Hidalgo pertenece a los estados del país con riqueza de agaves, plantas que crecen en parajes semidesérticos y desérticos en México. El género agave se compone por plantas pertenecientes a una extensa familia botánica del mismo nombre: Agavaceae, conformada por 288 especies, según la Sociedad Botánica de México.
Investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), señalan que en la región de Apan, Hidago, la especie de Agave salmiana se utiliza en un 75% para la producción de pulque, aguamiel y miel de maguey. En la gastronomía, las pencas son utilizadas para elaborar la barbacoa o extraer los gusanos de maguey blancos, el chinicuil y la membrana (cutícula vegetal) que se utiliza para la elaboración de otro platillo llamado mixiote.
La Dra. Teresa Romero Cortes, de la Escuela Superior de Apan de la UAEH, compartió el proyecto titulado: Caracterización de la microbiota asociada a Scyphophorus acupunctatus (Picudo) y la pudrición blanda en Agave salmiana. Donde presenta el problema que actualmente padece el maguey de los municipios de Apan y Almoloya; al estar infestado de un insecto conocido como “Picudo”.
“La producción de maguey y sus derivados en el estado, particularmente en los llanos de Apan, sufre una de sus peores crisis por la explotación ilegal de la planta, actividad que también la pone en riesgo de extinción”, asegura la investigadora.
Las plantas de agave tardan de 6 a 10 años para alcanzar su estado de madurez, sin embargo, “el Picudo” ha venido a incrementar la probabilidad de extinción por la severidad y rapidez con que ataca. La primera etapa de esta investigación, comprueba que de dos a tres meses este insecto puede acabar con la planta adulta de entre cinco y seis años de edad. “El Picudo” ataca de forma silenciosa, tiene un tamaño entre 15 y 18 mm, el pico lo tiene hacia bajo de manera pronunciada, para barrenar la penca de maguey, ocasionando daño de pudrición hasta la piña, que es conocida como la parte medular; tiene dos pares de patas ubicadas a los lados del tórax. Las patas son del tipo prensora y muestra la presencia de pelo con dos garras con las cuales provoca daño en la parte superficial de la penca. La actividad del insecto en estado adulto es crepuscular, observándose mayor actividad entre las 9 a las 17 horas.
Con base en los reportes de esta investigación, el control de este insecto con insecticidas no ha sido exitoso, debido a que las larvas, pupas y adultos se alojan dentro de los tejidos, por lo que es poca o nula la cantidad de insecticida que llega hasta el sitio en que se encuentran. Este proyecto señala que en México existe la presencia de este insecto en los estados de Hidalgo, Guanajuato, Baja California Sur, Puebla, Querétaro, Tlaxcala, Yucatán, Morelos Jalisco, Guerrero, Tamaulipas y Oaxaca. La Resposable Técnica, la Dra. Teresa Romero, señaló: “la investigación, la ciencia y la tecnología, demuestran que el maguey y sus derivados, como el mezcal, la inulina, mieles y jarabes, tienen altos contenidos de fructuosa, fibras, esteroides, pulpa para forraje y sustratos para la producción de hongos como base para alimento forrajero. Por lo tanto, es una planta que debe ser conservada como parte cultural y del desarrollo sostenible en el estado de Hidalgo”. En una segunda etapa, este equipo de trabajo pretende estrechar la relación entre los investigadores, productores, usuarios y Gobiernos que visualicen invertir en el desarrollo sustentable, el interés por el cuidado y la conservación de la planta. A su vez tienen la misión de fortalecer los cuerpos académicos de Biociencias, la Red Maguey Nopal (RedMagNop) y la Red Temática Mexicana Aprovechamiento Integral Sustentable y Biotecnología de los Agaves (AGARED) de la cual son parte. En este proyecto también participan los Doctores Jaime Alioscha Cuervo Parra, Víctor Hugo Pérez España, Eduardo Rangel Cortes, Pablo Antonio López Pérez, Víctor José Robles Olvera y la Dra. Guadalupe del Carmen Rodríguez Jiménes.
Irma Hernández Trejo