Apenas empieza 2020 y antes de que se cumplan las tres primeras semanas de enero, ya se han dado tres recortes a las perspectivas de crecimiento económico para el país para este año. El primer recorte se dio la primera semana por parte del Banco Mundial que estimaba que México crecería 2% y lo ajustó a 1.2%. También la primera semana vino el recorte por parte de Citibanamex, un recorte más moderado, de 1.1% a 1%. Ayer, el Fondo Monetario Internacional, en el marco de la reunión de Davos, hizo el tercer recorte de 0.3 puntos tanto para 2020 como para 2021. El FMI anticipaba que la economía mexicana crecería 1.3% este año y 1.9% el entrante. Ahora los pronósticos son 1% y 1.6% respectivamente.
Suponiendo que se cumplen esos pronósticos de crecimiento, para lograr la tasa de crecimiento prometida por el presidente, el país tendría que crecer —en promedio— 7.2% los últimos tres años de su administración.
De las 16 economías evaluadas por el FMI, el recorte más pronunciado fue para India, pasó de 7% a 5.8%. A India le siguieron tres países con recortes de 0.3 puntos: Sudáfrica, Arabia Saudita y México. Si bien se dio también un recorte en la perspectiva de crecimiento global de 0.1, ahora se espera un crecimiento de 3.3%, no todas las economías vivieron ajustes a la baja. Las perspectivas para Japón, Brasil y China aumentaron en 0.2 puntos para cada una. China tiene la tasa esperada más alta de los 16 países evaluados con una expectativa de crecimiento de 6%.
En algún momento del año pasado, el otrora secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, al ser cuestionado sobre los recortes de entonces a las expectativas de crecimiento de México señaló que no eran demasiado importantes, que eran una suerte de adivinanza. Desde luego que nadie tiene una bola de cristal para hacer predicciones y los errores son comunes. En los últimos diez años, el crecimiento observado de México ha estado por arriba del esperado por el FMI en cuatro ocasiones y se ha ubicado por debajo de éste en las restantes. El año pasado empezó con expectativas ligeramente superiores al 2%. El Banco Mundial estimaba que México crecería 2.5%, el FMI 2.1% y el Banco Mundial 2%. Terminaremos alrededor del cero.
Más allá de la expectativa que cada organismo tenga para México para este año lo que queda claro es que no han cambiado las condiciones estructurales de la economía. No hay nada en el entorno económico local ni en el global que haga ver que México podrá tener un desempeño sustantivamente mejor este año que el que tuvo durante 2019. Todos señalan la falta de certidumbre en las políticas internas, el freno en la inversión y un entorno global que tiende a complicarse como condiciones adversas para el país. Reconocen que, si bien la ratificación y eventual entrada en vigor del TMEC le puede dar un impulso a la inversión en México al quitar cierta dosis de incertidumbre, aún no existen las condiciones que puedan detonar mayor crecimiento en México.
Podremos estar de acuerdo o no con estas expectativas, podremos tener otros datos, podremos también dudar de sus modelos, pero estos agentes son relevantes para incidir en la visión que se tiene del país. Ojalá llegue el día en que los ajustes sean al alza.
@ValeriaMoy