Este fin de semana fui a Chipinque a subir la vereda del Chile y estaba lleno de jóvenes andando en bici o corriendo, principalmente en grupos. Desde niña, estoy hablando hace más de 40 años, mis papás me llevaban casi todos los domingos y eso no era lo habitual. Generalmente veías a familias completas ir más a pasear que a ejercitarse, contrario a lo que ahora ves. Se percibe una nueva conciencia en temas de salud física, mental y ahora, según estudios, también espiritual, sobre todo en las nuevas generaciones.
Basta ver las campañas de wellness de las empresas para comprobar que esos temas ya son casi necesidad básica para atraer y retener el talento, y también por ser un tema de cumplimiento legal (NOM-035). Hoy las nuevas generaciones que son mayoría en el mundo laboral: millennials, 40 por ciento, y la generación X, el 15 por ciento, eligen empresas que reconozcan, respeten y se preocupen por su bienestar integral; que incluye los cinco pilares: profesional, social, financiero, físico y comunitario (Gallup).
A estas nuevas tendencias le sumamos lo que dicen nuevos estudios en EU e Inglaterra que hay un renacer espiritual contrario a lo que se piensa de los jóvenes. Las ventas de Biblia en el Reino Unido han aumentado 87 por ciento del 2019 al 2025 y lo atribuyen al aumento de la espiritualidad en la generación Z, que revela que 62 por ciento de los jóvenes se consideran muy espirituales (SPCK Group). Y en Estados Unidos sorprende un aumento de 15 puntos en la creencia religiosa, principalmente en los hombres jóvenes, de la misma generación.
Las nuevas generaciones tienen mucho que enseñarnos. Hablan temas que antes nosotros no éramos capaces ni de reconocer o pronunciar. Hoy van a terapia de manera natural, piden tiempo para sanar, hablan de sus emociones y son más empáticos con el sufrimiento del otro. Dicen los expertos que posiblemente son las enseñanzas que les dejó el covid, el desencanto con los líderes políticos o la crisis de salud mental. Yo pienso que los adultos no hicimos la tarea del todo; las guerras siguen, el medio ambiente cada vez más afectado y el mundo polarizado. Los jóvenes están buscando otro tipo de respuestas, más profundas, de más transformación.