Se cierra un año políticamente muy intenso entre las elecciones, la incertidumbre del retiro de AMLO y la expectativa de cómo gobernaría Claudia, y eso no es nada para como pinta el 2025. Todas las miradas del mundo están esperando lo que será el regreso de Trump a la presidencia de Estados Unidos, y nosotros como sus vecinos y socio comercial más importante, estamos a la expectativa.
El clima se percibe incierto. Si hay una palabra que describa a Donald Trump, quien toma posesión el 20 de enero, es impredecible, léase textual del diccionario: personas que tienen comportamientos erráticos o que evidencian una falta de coherencia en su accionar.
Los temas prioritarios en nuestra agenda bilateral son la seguridad, migración y comercio, y lo que será la negociación del T-MEC. Trump ha amenazado la relación en estos tres temas, dándole más énfasis según su humor y público, a los aranceles nuevos y excesivos, a la guerra contra los cárteles mexicanos y a una agenda agresiva contra los migrantes. Ante esto la expectativa está nuevamente en cómo reaccionará nuestro Gobierno, principalmente la presidenta Sheinbaum.
El nuevo escenario plantea desafíos importantes, pero hoy no se saben exactamente cuáles serán, dependemos no de una política de Estado, sino de las ocurrencias de su nuevo presidente. Por un lado hay quienes aseguran que vendrá con todo contra México, si no nos ponemos a modo. Y por otro lado están quienes aseguran que nos necesitamos tanto, que las amenazas no se activarán. A ninguno de los dos países nos conviene una ruptura, un divorcio nunca es barato. En su primera presidencia, Trump se enfocó en una guerra comercial contra China y su odio por aquel país es mayor de lo que pueda sentir por México.
De parte de nuestro Gobierno, esperamos una respuesta contundente y pronta a cualquier acción que nos perjudique. Requerimos crear las bases para una relación firme y funcional, para defender la soberanía sin afectar la relación y estar unidos, principalmente la iniciativa privada. En esta agenda no existen, chairos o fifís, solo México frente a un gobernante impredecible. _