Hace 18 años viví en la Ciudad de México y recuerdo que, a mi llegada, me recomendaron que estuviera atenta cuando manejara. Parecía que el único peligro real eran los asaltos en coche. Con los años se empezó a percibir una mejora real en la seguridad de nuestra capital. Si la comparábamos con Monterrey, en plena crisis de inseguridad en el 2012, la CdMx estaba en la gloria. No podemos negar la realidad de ciertas zonas inseguras de la periferia, pero parecía que el crimen organizado no operaba tan directo.
Lo anterior difícilmente se puede decir ahora. La semana pasada, nuestra capital fue el centro de nuestra atención y preocupación. El asesinato de dos de los colaboradores más cercanos de Clara Brugada, jefa de Gobierno, cimbró a todos. El crimen sucedió en plena luz del día, en un lugar transitado y a la hora de La Mañanera, para asegurarse que tenga un impacto en la comunicación nacional e internacional de manera inmediata. Ya se habló mucho de las posibles causas y de que se trata de un mensaje a la estrategia de seguridad seguida por el Gobierno, pero definitivamente nos habla de lo vulnerables que estamos como país y de que la CdMx no se salva.
Por otro lado, los maestros de la CNTE han tomado el Zócalo, instalándose muy a su estilo con carpas, y las principales avenidas y el aeropuerto por igual han sido bloqueados, causando un verdadero caos. El magisterio se mantiene firme en exigir la abolición de la reforma del 2007 a la Ley del ISSSTE sobre el manejo de sus pensiones. Parece que esto no tiene pronta solución. El Gobierno ya contestó: no hay presupuesto y la presidenta Claudia Sheinbaum los mandó a negociar con los secretarios de Gobernación y Educación.
La capital habla por el país, es la imagen al mundo entero y por eso debe ser prioridad su seguridad. Vivemos principalmente del Turismo, como fuente de ingreso al igual que las remesas, ahora también golpeadas con un nuevo impuesto y de las exportaciones del petróleo. El turismo aporta 10 por ciento al PIB de la CdMx, mientras que a nivel nacional es del 8.6 por ciento. Somos el sexto país más visitado del mundo y con estas noticias no hacemos más que afectar la percepción y economía. Con nuestra capital en caos, afectamos a todo el país.