El mural se ha convertido en una parte importante de la expresión artística en nuestro desde sus inicios en el siglo XX debido a la libertad que otorga al artista de retratar las condiciones sociales en un lienzo de gran magnitud, por lo que este medio artístico goza de dos importantes características: la magnitud y el carácter social.
A estas características también se le sumaría la mezcla de técnicas pictóricas de las que disfruta, desde un principio debido a que nace de la influencia del cubismo y expresionismo, y no sólo se trata de combinación de temas o técnicas, también se incorporan en su creación colores vivaces y que denotan una serie de sensaciones fuertes en las personas. A lo largo de la historia del muralismo mexicano, se han presentado personajes emblemáticos que desarrollaron este arte para llevarlo a su máximo esplendor y regalando a la audiencia obras de gran significado trascendental, algunos de los grandes por supuesto son guanajuatenses.
Tal como el muralista Diego Rivera, este artista obtuvo un profundo conocimiento de las artes plásticas europeas y prehispánicas mexicanas lo llevó a desarrollar murales como “La Creación” y “El hombre en el cruce del camino”.
José Chávez Morado también fue uno de los grandes que mostraba en sus obras las diversas inquietudes sociales que rondaban en su mente, proveniente de Silao, Chávez Morado también se dedicó a la promoción cultural, fundar varios museos, diseñar vestuario y escenografía para ballets, y por supuesto a continuar con su carrera de pintor junto a su esposa, Olga Costa. Salvador Almarza, pintor irapuatense, realizó un mural para la Presidencia Municipal de Irapuato, además de esto y otros trabajos en México, ha presentado sus obras en Cuba, entre sus obras más importantes se encuentran: “Encuentro de Fidel Castro y Luis Echeverría”, “La Batalla del Molino del Rey” y “La hermandad entre México y Cuba”. Y por supuesto, no se puede quitar de esta lista al genio que fue Octavio Paz, mejor conocido por su pintura metamórfico; sin embargo, también se desarrolló como muralista y sus obras revisten las paredes de lugares como el Palacio Nacional de México y la Casa de Gobierno de Guanajuato, sólo por mencionar algunos.