Los empresarios cargamos a cuestas el engranaje económico de este país, y al decir esto generalizo con todos esos emprendedores, comerciantes pequeños, medianos y grandes del comercio formal de nuestro país. Todos, sin excepción, salimos a trabajar, cumplimos con las reglas y nos la jugamos por el país.
Los mexicanos tenemos propósitos y objetivos muy nobles: trabajar en un país donde se respeten los derechos humanos, que se nos permita recoger los frutos de nuestro trabajo sin que esto represente un riesgo, poder transitar y caminar por las calles sin el temor de ser secuestrados, asaltados o amenazados.
Comprobar que nuestros impuestos realmente tienen un uso decente, que nos beneficien a todos y confiar en nuestros gobernantes para que, a la vez, podamos respetar las leyes.
Nos proponemos apostarle a nuestras fortalezas y dejar de lado nuestras debilidades.
Nuestro propósito principal es no dejar de luchar por nuestras familias, por nuestras empresas, por nuestra sociedad, por nuestro estado y por nuestro país.
Por eso, la clase empresarial y trabajadora de este país, deseamos que los señores gobernantes hagan sus propósitos de inicio de gobierno, así como nosotros lo hacemos, sana y formalmente, por una sociedad que espera ver cumplidas sus promesas de campaña.
Uno de nuestros propósitos es hacer sinergia entre gobierno y empresa para poder llevar los productos mexicanos a donde los soliciten.
Es la única manera de crecer. La empresa es el engranaje de todas las economías del mundo. Muere la empresa y llega la miseria.
A ustedes, señores gobernantes, para lograr esta sinergia, les sugiero estos propósitos:
Apoyen a los empresarios, para lograr una verdadera fuerza.
No entorpezcan, favorezcan a la empresa.
Otorguen las facilidades para poder crecer y modernizar nuestros negocios, para ser competitivos en los mercados internacionales.
Hagan llegar los apoyos gubernamentales sin tantas trabas, sin comisiones, sin tanta tramitología que entorpece y no deja que fluyan nuestras empresas, tan necesitadas de esos apoyos para modernizarlas.
Trabajen para que las reformas sean verdaderas y no se queden en el papel.
Modifiquen las leyes obsoletas que no dejan vivir a la gente honrada y decente, porque estamos en manos de la delincuencia y el narcotráfico muy organizado.
Organicémonos nosotros, la sociedad y el gobierno, para estar mejor organizados que la delincuencia del país.
Propónganse ser honestos y respetar las leyes, para que nosotros podamos respetarlos a ustedes.
Propónganse demostrarnos que nuestros impuestos están bien invertidos en la comunidad y no en lujos innecesarios para su propio beneficio.
Sin un ambiente seguro, ¿quién puede progresar?, ¿quién se puede concentrar en la productividad en un Estado de Jalisco inseguro, que no estamos seguros ni en nuestras propias casas?, ¿quién querrá venir a invertir?, ¿quién querrá venir a hacer turismo?
Logren que los bancos de verdad otorguen créditos con tasas accesibles y no de usura, como las que actualmente rigen.
Los exhorto a que todos cumplamos nuestros propósitos para estrenar un nuevo año ¡con la mejor de las actitudes!
