Lo primero que hay que entender del caso contra Weinstein, que hace una semana sufrió un tremendo revés en NY, es que no echaron para atrás el veredicto de culpable porque se haya encontrado evidencia de su inocencia, sino porque los procedimientos legales no fueron bien realizados en el juicio que tuvo conclusión en 2020. La gran noticia de ayer fue muy simple: sí habrá otro juicio para remplazar el que se echó para atrás. Y en este, se espera, los abogados de las víctimas encontrarán formas menos temerarias de probar el punto que más de 100 mujeres han dejado claro: el hombre es un agresor sexual con todas sus letras.
Sin embargo, no se pueden hacer jucios genéricos. Comparado con cosas más agradables que este señor antes habitaba, se supone que no se le debe dar un Oscar a un director o actriz porque en el pasado había sido ignorado por un mejor trabajo que el proyecto en curso. Lo mismo en el sentido de que no se le podía encontrar culpable más que por los casos por los que se le había demandado en Nueva York.
Habrá un nuevo juicio. Eso es bueno para que no se descarte su otro veredicto de culpable en California. Es bueno porque no se están rindiendo estas valientes mujeres, y las cortes no están dándole carpetazo, cosa que ha pasado en otras ocasiones.
El tipo llegó en silla de ruedas y enfermo, pero regresamos a la etapa de juicios. No me puedo imaginar lo difícil que fue esa decisión para la juez que dio a conocer que este depredador sexual de Hollywood podría salirse con la suya.