Son ya 25 años desde que James Cameron estrenó Titanic y sigue siendo espectacularmente divertido ver cómo la cinta continúa generando reacciones de todo tipo.
Estoy segura que muchos de ustedes no vivieron todos los titulares los años que estaba filmando la cinta, gran parte en Rosarito, Baja California, pero siendo la primera con un presupuesto de 200 millones de dólares, les cuento que la mayoría de los “medios especializados” aseguraban que se iba a “hundir” como el buque. Claramente no fue eso, pero sabiendo que ahora las nuevas entregas de Avatar requieren eventualmente un retorno de al menos 2 mil millones de dólares para hacer dinero, estamos viendo de cierta forma la historia repetirse. Ojalá que con el mismo venturoso fin (que la cinta, no la nave).
Otras cosas que han hecho eco en los titulares ahora que Cameron esta por acabar el documental de esa cinta a dos décadas y media son estas: Kate Winslet sigue batallando con el tema de que no era una talla dos cuando le dieron el papel de Rose y los intentos de humillación por su muy sano peso en ese entonces.
Eso y quizás el hartazgo de Cameron de escuchar que Jack (DiCaprio) no tenía que morir ahogado o más bien de hipotermia, porque ambos podían quedarse aferrados a la infame tabla que no aguantó; ha hecho que mandara a hacer un estudio forense con todos los factores para determinar que no había forma que los dos sobrevivieran si se quedaba él.
También ha sido muy gracioso escucharle decir que Matt Damon debe superar el hecho de que rechazó el protagónico que implicaba también un porcentaje en taquilla. Siendo como se dieron las cosas, si yo fuera Matt, tampoco creo que podría dejar se lamentar esa decisión .
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel
