¿Tienen algún reality show que ven como placer culposo? ¿Son de aquellas personas que no le ven la “culpa” al formato y tienen más de los que se pueden acordar? ¿O son personas puras que nunca han caído en la trampa y viven orgullosos? Sean quienes sean en este contexto, les advierto que lo peor está por llegar.
Recuerdo la sorpresa de tantos cuando Big Brother llegó a México. Esa cultura de ser famosos solo por ser famosos es precisamente lo que nos preparó para los tiempos del Instagram y el TikTok. Y desde entonces los realities han evolucionado de manera tan efectiva que aunque nos sepamos todos los trucos, los montajes, lo que pasa en la sala de edición, y todos los defectos y problemáticas con el mensaje, los realities son un género aparentemente invencible en los ratings a escala mundial. Por eso era inevitable que se hiciera un reality con las más grandes estrellas (de los realities) para coronar a la mejor de “todos los tiempos”. Ya me dio náusea.
¿Saben por qué me siento así? Porque esto saldrá en lo que antes era conocido como IMDBtv y ahora, tras una compra hace años del portal que era nuestra enciclopedia de cine, se llama AmazonFreevee. ¿Por qué? No tengo idea la necesidad de convertir un canal que se compró por ser el Internet Movie Data Base en lo contrario: el reality de los realities, al menos eso pretenden. Mientras tanto el cine … bien, gracias.
Así que ahora tengo que admitir algo: yo soy del grupo A con el que abrí esta columna. A veces, pocas pero demasiados, caigo en las redes de un reality. Si creen que el hecho de que estén ocupando el espacio del cine no es dañino, solo los recuerdo con dos palabras que tanto nos ha hecho daño el género: Donald Trump.