Hay una película dirigida por Ron Howard en Netflix que habla de la difícil vida de un joven en la “América rural”, donde la pobreza es un modo de vida y salir de ahí es el tipo de anécdota que hace buenas historias. La cinta (Amy Adams y Glenn Close) ha tenido una crítica mixta y hasta el pasado domingo casi nadie la visitaba en el servicio de streaming. Hoy está en la lista de las más vistas y, según Entertainment Weekly, Hillbilly Elegy está basada en un libro del nuevo candidato republicano a la vicepresidencia, J.D. Vance, a modo de autobiografía.
La cinta y el libro cuentan la historia del joven que nace en un mundo de adversidades y termina triunfando en la Universidad de Yale. El autor, hace dos años se convirtió en senador por Ohio y llegó a comparar a Donald Trump con Hitler, y ahora es su compañero en la nada complicada carrera por la presidencia de su país.
Hollywood, quienes hicieron la película, quien publicó el libro, todos artistas y ejecutivos aliados con el partido Demócrata, o al menos de posturas muy liberales, han creado a esta nueva figura de la política mundial que a su corta edad, 38 años para ser exactos, son más puntos a favor de los que muchos buscan en sus candidatos en preconcepciones que parecieran estar hechas de una sinopsis de personaje para el cine o televisión.
Hay mucho que Hollywood no está entendiendo y creo que es una buena lección para todos. Donald Trump no era la figura que era hasta que otro poderoso productor, británico pero emblema de la televisión estadunidense, Mark Burnett, decidió que él era el perfecto jefe en The Apprentice.
El resto es historia y seguirá haciendo historia, porque lo que crea Hollywood opera en la realidad y se burla a carcajadas estos días de la ficción y de las ideologías de quienes inventaron todo el juego.