Después del 9-11 en Nueva York ocurrió un fenómeno muy singular aunque, sin la menor duda, muy justificado. La gente que veía a un policía o aun más, a un bombero en la calle, en muchas ocasiones corría a abrazarlo. A decirle gracias. Eran héroes, los primeros en responder ante la tragedia.
Y a pesar de un complicado pasado en esa ciudad, de pronto la gente sabía apreciar a quienes literalmente estaban dando su vida por salvar a los demás. Nunca voy a olvidar ese día en el Madison Square Garden el concierto que se hizo en su honor donde miles de voces gritaban en unísono, “¡Gracias!” una y otra vez.
Pero hoy, en lugar de eso hemos descubierto que el personal de salud en muchos casos hasta está experimentando no solo condiciones muy difíciles, sino discriminación por parte de gente que simplemente no entiende nada. Sin ellos, estamos completamente perdidos.
Amé que se le llevará mariachi al personal de salud en el INER, me ilusiona mucho ver a tantas personas volcándose a ver cómo pueden ayudar desde casa, inventando insumos, creando ideas. Ayer la increíble cantante y actriz, Pía Aun, después de hablar con una amiga oncóloga, reunió a un enorme grupo de personas, en general de teatro, para mandar ánimo y amor a todos en el Hospital 20 de Noviembre, donde sabemos que no paran con nada. Y como ello hay muchas iniciativas más que debemos amplificar y seguir pensando en formas prácticas de ayudar. Claro que no se siente suficiente. Pero va sumando. Nuestros héroes se visten o de blanco, o de azul, o de verde y hoy no podemos abrazarlos. Pero sí podemos gritarles desde lo más profundo de nuestro corazón: “gracias” y cada día saber que están ahí, en el frente, por todos.
Twitter: @susana.moscatel
