¿Son fans de los libros y de la serie de Terry Pratchet y en el caso de Good Omens, Neil Gaiman? Si no han leído el libro o visto las dos temporadas que se pueden gozar en Prime Video, les sugiero que no pierdan ni un minuto más. Después de muchos y muy distintos intentos, esta serie de un ángel, un demonio, la batalla del cielo con el infierno y un adorable romance que sobrevive desde los tiempos bíblicos no es algo que se deban perder.
Aquí está el detalle. Parece ser muy incierto que vaya a haber temporada tres. Y el final de la dos deja más que claro que ese no es —no puede, no debe— ser el final de la historia. Sería demasiado devastador.
Protagonizada por Micheal Sheen (The Queen), David Tennat (Dr. Who) y John Hamm (Mad men), además de grandes como Miranda Richardson y la mayoría de los grandes actores shakespeareanos de Gran Bretaña y Escocia (aclaro eso por respeto a David), la batalla celestial e infernal ante dos personalidades irresistibles, exasperantes e inolvidables da tantos giros que les suplico ante todo en esta vida que no se la vayan a perder.
Ahora la esperanza despues de la advertencia. Si Prime Video decide que no le alcanza para hacer esta tercera temporada (no sean así), al menos Neil Gaiman (al gran Pratchett ya lo perdimos hace años) aseguró que aunque tenga que hacerlo en forma de libro, acabará la historia de Crowley, el demonio (Tennant), y Aziraphale (el ángel). Dos de los mejores personajes de la historia para hacernos cuestionar todo. Sobre todo qué tan bueno es el “bien” y, peligrosamente, ¿qué tanto es de terrible lo malo?
Acaben la historia en cuanto les sea posible, Prime. Gran Bretaña no está en huelga y aún es posible que salven esta joya de nuestros tiempos de que no acabe como debe. Bueno, como el cielo y el infierno.
