Cuando me llegó un comunicado por parte de la disquera respecto a Miguel Bosé pensé: “Aquí vamos de nuevo”, a sabiendas que desde hace meses el cantante es uno de los grandes impulsores de las teorías de la conspiración que, entre otras cosas, nos piden que no usemos el tapabocas y donde el mensaje respecto al covid ha sido irregular, para ponerlo de manera amable.
Pero no, la preocupación del “Amante bandido” en este texto, lo que quería que supiéramos contundentemente y sin el menor ápice de cuestionamiento, era que él había decidido abandonar sus redes sociales y no que lo habían corrido de ellas, como algunos medios reportaron.
Ok. Le creo. Independientemente de que Twitter suspendió unos días su cuenta por promover información que es considerada peligrosa y viola las leyes de la red, el hecho es que por hablar de estas cosas el cantante recibió de manera extrema lo que toda figura publica y muchas que no suelen en estos espacios: crítica, bots y agentes externos que solo buscan confundirlo todo.
De eso se queja, por eso se sale y tiene razón.
Pero también llama la atención cómo lo que recalcó fue que “no lo corrieron” estos medios que, asegura, no permiten la libre expresión, sino que se fue por su propio pie.
Para alguien que ha vivido siempre con fama y reputación, debe ser un golpe recibir los insultos y ataques certeros de las redes.
Pero el tema que trajo a la mesa y la posibilidad de aclarar los puntos que la comunidad científica le refuta, es lo que pareciera relevante. No el orgullo de si fue corrido de ahí o no.
Twitter: @susana.moscatel