Al cierre de esta columna miles de personas ya estaban en camino, con un buen pronóstico aunque sea solo del clima, de regreso al Foro Sol con la intención de, ahora sí, ver un concierto completo y seguro de quien no tengo la menor duda es una de las artistas más relevantes de su generación:
Billie Eilish.
Ustedes, quienes estén leyendo estas palabras en el futuro, ya sabrán si con las medidas extremas de validar hasta los boletos que se deshicieron por el agua, volver a emitir los digitales o incluso ofrecer reembolsos, Ticketmaster logró reivindicarse un poco de tan malos ratos que ha tenido en México y en el mundo.
Digamos que la madre naturaleza les puso las circunstancias más adversas posibles pero a una artista bella, talentosa y flexible, quien estuvo más que dispuesta a perder un urgente día de descanso de un tour que no ha tenido desperdicio, con tal de no quedarle mal a sus miles de fans mexicanos que se reportaron a lo que iba ser una noche de celebración.
Sin embargo, la tormenta que se registró el miércoles resultó algo imposible de derrotar, no hubo de otra más que cancelar, con todo y que Billie Eilish y su hermano se aventaron cinco canciones acústicas (lo cual es una experiencia única para quien las pudo gozar si es que se suma a un concierto exitoso programado al día siguiente).
Sé que las consultas meteorológicas fueron rigurosas pero el clima es traicionero estos días, aunque no tanto como la tecnología de la venta de boletos para el gigante en esta era. Así que espero que toda esta especulación se esté leyendo mañana después de que todos lo que tenemos miedo de que pueda volver a salir mal, salga bien. Nos urgen alegrías que salgan bien, ¿no lo creen?