Es muy curioso, porque en los pasados dos días se volvió viral un hilo en Twitter de un activista y autor de Austin, Texas, que obviamente visitó Ciudad de México y se maravilló por lo siguiente: “No hay gente viviendo en las calles. No hay crimen, ni insinuación de amenaza. Los precios están a un tercio que en Estados Unidos. Clima perfecto. Los expatriados están más allá de la luna de felices. La comida es sana y fresca. Toda la ciudad huele muy bien”.
Pues le tengo noticias a Don Jeffrey (no diré más de su nombre porque no estoy en el negocio de promover troleo en redes). Qué maravilla que nos visitaste y la pasaste tan bien. Y es verdad que en muchos lugares la comida es la más rica del mundo y fuera de un par de días malos el clima es envidiable. ¿Así que por qué mi primera emoción al leerlo fue de sutil molestia? Es muy fácil.
La primera, como dicen los hashtags, claramente no salió de Polanco, ni de la Condesa y la Roma, colonias que, por cierto, tienen cada vez más crimen; si hablamos de amenaza, no, no se sale a la calle sin estar viendo alrededor. La otra, obviamente no entiendan que el hecho de que todo sea más barato y que ellos paguen precios de hotel de lujo en un departamento, ha dejado a miles de personas sin sus hogares en esas colonias que aparentemente huelen tan bien.
No me gusta lo que siento. Es lindo que hablen bien de mi ciudad, país y hasta colonia. Lo que no gusta es la ficción que invisibiliza los terribles problemas que vivimos. Ya con nuestros políticos y sus otros datos tenemos suficiente de eso.
Susana MoscatelTwitter: @susana.moscatel