Nunca es tarde para los grandes, pero a veces se requiere de una extraordinaria historia en la pantalla de cine para que las nuevas generaciones decidan adoptar a un ídolo del ayer como propio.
Parece ser que eso está pasando con Robbie Williams: los más jóvenes acabaron en el cine por algún extraño milagro, o mejor aún, por una muy buena recomendación, para ver A Better Man, biopic con un twist sobre el cantante y compositor británico. Y nada me podría hacer más feliz.
Algo muy extraño ha pasado en la trayectoria de Robbie, y no tiene nada que ver con las fantásticas confesiones y revelaciones que hace a modo de chango en su cinta. Por algún motivo, en Estados Unidos simplemente no lo quieren. No lo tocan. No lo celebran. No nominaron su fantástica canción original de esta cinta en esa tan controvertida y penosa categoría donde literalmente ganó “El mal”.
Pero aquí lo amamos. Cuando Yuriria hizo la versión de “Ángel” fue uno de los éxitos más hermosos de una adaptación a nuestras emociones en el pop y la balada romántica de la historia.
Y si bien ahora Robbie está en un momento aparentemente más equilibrado en su vida, la montaña rusa a la que nos lleva con A Better Man no nos pertenece solo a sus contemporáneos.
Así que estoy feliz de ver los miles de tiktoks y posteos de jóvenes muy emocionados de verlo festejando su momento y su música. Robbie es una historia de precaución, de gran pop y, sin duda, de la capacidad de poder cantar cosas como “The World´s Most Handsome Man” (“El hombre más guapo del mundo”) y hacer que se la compremos.
Vean por favor A Better Man en el cine y avisen cuando hagan una versión sing along para correr hacia ella.