Hablábamos de esto hace apenas unas semanas en los premios Premios Platino, y lo seguimos comentando el tema en los Emmy Internacional que se entregaron esta semana: ya no hay frontera que detenga los contenidos.
Anoche estábamos sentadas, muy agradecida por cierto, en la mesa con los productores y ejecutivos de Univisión quienes en Estados Unidos, solo esperando un dictamen, se fusionarán con Televisa, y la emoción era tremenda en la mesa.
¿Ustedes saben que se siente estar sentada a lado del ganador de un Emmy? Yo tampoco lo sabía hasta esta semana, y les puedo decir que la euforia por ese tipo de reconocimiento, en este caso por la producción de los anteriores Grammy Latinos y los Premios Lo Nuestro, fue particularmente contagiosa. A la buena, porque todos teníamos pruebas covid negativas para poder estar ahí
Y también ganó la increíble serie de espionaje Israelí llamada Teherán, dejando clara la diversidad y calidad de series nominadas.
Televisa estaba nominada también con ¿Quién es la mascara? Y debo decir que toda la mesa de integrantes de esa producción estuvo a la altura al no ganar (los vi bastante de buenas). Sobre todo porque les ganó el mismo programa, pero la versión británica. Ahí, en los detalles está la presea. El sentido del humor ingles comparado con el mexicano en el mismo formato.
Así se repartieron los premios, solo que a diferencia de los Prime Time Emmys, vi pocas preseas acompañarnos a la fiesta. Y qué razón tienen los ganadores, si no su celebración hubiese sido una interminable noche de aceptar y moderar a la gente que recibe en nombre de alguien más y que se tomará selfies con premio ajeno.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel
