El rapero Killer Mike es un personaje divertido, talentoso y bastante provocador. También fue el ganador de tres Grammy el domingo pasado. Y arrestado momentos después por lo que aparentemente fue una discusión o un pleito con alguien que se encontraba en el recinto. El arresto fue capturado por un reportero y parecía que ese sería el gran escándalo de la noche. Pero considerando que acabó en las fiestas y no en la cárcel, el tema se disipó.
Antes de dar su gran discurso sobre temas de humanidad en la guerra, el presidente de la Academia de las Artes Grabadas, Harvey Mason jr., apareció en el lugar de la detención para calmar la situación y ver si se podía hacer algo, para que lo que se recordara de los increíbles Grammy no fuera una situación que, sin duda, levantaría terribles emociones respecto a la desigualdad social. Lo logró, y el rapero acabó diciendo que todo fue un bache en el camino de una gran noche, pero muchos miembros de la comunidad afroamericana no están tan seguros de eso. Nada indica que hizo algo para ser arrestado en el momento de su triunfo musical. Y si bien las autoridades reaccionaron ante algo que ocurría, esta historia pudo haber acabado manchando una gran noche musical.
Si ustedes buscan “escándalo en los Grammy“, van a ver eternas discusiones sobre si Taylor Swift le hizo una grosería a Celine Dione al recibir su Álbum del año de sus manos. O el berrinche de Jay-Z porque a Beyoncé nunca le han dado ese premio, aunque ella tiene más de 30 estatuillas,
haciendo una especie de eco emocional a cuando Kanye se subió al escenario a quejarse de lo mismo contra Swift en unos VMA. Sea como sea, el drama que trascendió fue anodino y lo que sí pudo ser un problema se pudo resolver. Para bien o para mal, depende desde dónde estemos viendo estas historias desarrollarse en tiempo real.