Will Forte, comediante que participó en la película híbrida animada del Coyote vs. Acme posiblemente sea una de las pocas personas que vayan a ver la cinta. Es una pena porque sabiendo que sus declaraciones quizás compliquen aún más un asunto enredado, quiso decirle a todo el equipo de producción que la cinta es realmente buena.
Se los dijo sabiendo que no hay copias disponibles para que la vean, ni siquiera para quienes trabajaron en ella, porque quiere que sepan que si la cinta no se estrena no es por falta de calidad. Por lo poco que he visto, por la premisa (El Coyote del Correcaminos se harta de sus productos defectuosos y demanda a Acme) es una cinta que muchos quisiéramos ver. Como van las cosas, no será así. Hay un punto en el balance de las compañías de medios donde, aprovechando una cláusula fiscal, les salen mejor las cuentas si nadie ve la cinta, si desaparece después de terminada y la deducen como pérdida total del proyecto.
Se está buscando cambiar la legislación que permite lo que muchos llaman fraude (lo equiparan a quemar una casa para cobrar su seguro), mientras que otros lo llamamos una horrible falta de respeto a los artistas y creativos que dejaron años en el proyecto. No es la primera cinta en esta situación, pero esperan que sea la última.
Hackers han amenazado con conseguir la película y liberarla si no se vende para exhibición o se transmite en plataformas. ¿Lo pueden hacer? Hemos visto cosas más raras. ¿Arruinaría el plan que parece fraguado por el mismo Coyote? No nos engañemos, ¡nadie le iba al odioso Correcaminos!
La producción teme que esta práctica se vuelva más habitual, pero también que la dejen exhibir. No está de más mencionar que con tanto ruido es probable que, de estrenarse, la taquilla sería aún mejor de lo proyectado y eso balancearía las cosas. Veremos quién acaba en este acantilado fiscal en el cine.