¿Qué noticia prefieren primero: la buena o la mala? La mayoría suele, con justa razón, preferir la mala primero para terminar bien el cuento. Pero este es un relato en el que aún no hay un final, espero, esto se trata más de la travesía para regresar al arte en todos sus sentidos. Y estas dos cosas que ocurrieron esta semana, lejos de casa pero no de nuestros corazones.
Así que la mala, y es muy triste, es que muchos de los cines más emblemáticos de Hollywood ya anunciaron que no sobrevivieron la pandemia. No pudieron reabrir los Archlight y los Pacific Theatres, lo cual deja a la Meca del cine con 300 pantallas menos cuando más se necesitaban. El domo de Cinerama, que tanto trató de emular el Cine Hollywood en los años setenta, por ejemplo, se despide. Y es trágico, porque ahí encontrabas todo. Se hacían películas que podían quedarse por meses ahí y salir adelante solo con ello. Muchos de los lugares y centros comerciales en los que se encontraban estas salas han declarado que harán hasta lo imposible por que vuelva a haber pantallas de cine ahí. Pasa en Hollywood y esperamos que no pase en casa también. Pero hoy, es lo que hay.
¿La buena? Del otro lado de ese país, Times Square se prepara para el regreso de Broadway. Lo hicieron con una ceremonia en la que el alcalde Bill de Blasio y el creador de Hamilton Lin-Manuel Miranda iniciaron una campaña de vacunación alrededor de los teatros que llevan más de un año obscuros. Y es que ya necesitamos ver prendidas esas marquesinas. Así de resiliente es la gente de teatro, y así, como en México ya hemos empezado, la industria hará lo que tenga que hacer para volver. En pantalla y en escenario.
Susana Moscatel