Despedir a un grande se siente como la letra de “Te extraño”: “Porque te siento como algo muy mío”, escribió Armando Manzanero, pero no solo eso fue lo de que con él aprendimos. Es muy esperanzador saber que “existen nuevas y mejores emociones”, pero también podemos darnos permiso de vivir ese otro lado de sus grandes composiciones que reconocían lo agridulce de los amores fallidos. “Quizá te añore, más no hay nada personal”. Nunca olvidaré el día que esa letra llegó a mi vida y se apoderó de mi comprensión, el amor es tan complicado que se requiere de un genio para explicar sus enredados caminos de manera tan sencilla.
“Esperaré a que sientas lo mismo que yo, a que la luna la veas del mismo color que yo”, cantaba la radio a todo volumen cuando muchos apenas llegábamos a este mundo, y aprendí que no siempre se puede tener lo que uno quiere (ni los Rolling Stones me lo dejaron tan claro). Por si fuera poco, el recuerdo real de “Esa tarde que vi llover”, y fue la primera vez que “No estaba él”. Entendí más.
“Adoro las cosas que me dices, las cosas que me dices, los adoro vida mía”, es algo que millones de personas, hoy asustadas por el compromiso nunca tendrán el valor de decir. Pero, Armando Manzanero, los que crecimos emocionalmente con cada una de tus canciones siempre añoraremos poderlo decir con esa misma y absoluta convicción que tu voz y música nos regalaba. Los muy afortunados sabemos cuándo usar la letra de tu canción “No”, pero mejor aún, sabemos que “Sentir un gran amor profundo, y con eso ya ganamos lo más grande de este mundo”, siempre puede elevarnos. Como tu música, Maestro Manzanero, esto solo es el principio de lo que “Contigo aprendí”.
Twitter: @susana.moscatel
