La comedia es materia de valientes. Siempre lo ha sido y ahora más que nunca. Entiendo que muchas personas no comulgan con el sentido del humor que alguien como Chris Rock puede tener, el hecho es que los chistes en las ceremonias de premios suelen ser mucho más pesados que el que hizo de Jada Pinkett Smith, y el hecho de que el comediante se haya controlado, seguido adelante y pedido que no se retirara a Will Smith de la ceremonia habla de un temple importante.
Por eso, es desesperante ver publicaciones, ya no digamos comentarios estúpidos, que toman otro chiste que hizo el mismo Rock, quien se ha mantenido callado respecto al incidente del Oscar.
Más cuando son revistas y portales de chismes en nuestro país que, al final de la nota, admiten que cuando el comediante dijo que no hablará hasta que le paguen —que seguramente fue un chiste—, ponen un titular que dice exactamente lo contrario. Es para enfurecer.
La batalla por respeto y equidad en cada lugar del mundo tiene su historia y Rock sabe perfectamente que las leyes de la comedia no son las mismas que la del proceder en el día a día.
Desagraciadamente, ese incidente le proporciona mucho placer a algunos racistas, como dijo otro comediante en su programa: “Chris Rock sintió el peso completo de esa responsabilidad y por eso no ha reaccionado”. Entiendo que hay mentes muy pequeñas que solo actúan con base en lo que puedan sacar de cualquier incidente, por más terrible que sea, que se haga público. Mientras que Rock no demuestre lo contrario, dejemos de enseñarle a la gente que lo peor que asumimos del prójimo es la verdad irrefutable. Hasta ahora no lo ha sido y no parece que vaya a ser el caso.
@susana.moscatel
