La Cámara de Diputados votó a favor de disminuir la edad mínima para ocupar el cargo de diputado, de 21 a 18 años; y el de secretario de Estado, de 30 a 25 años.
Con lo primero estoy absolutamente de acuerdo, lo segundo me parece un grave error. La Cámara de Diputados es una representación de nuestro país y en nuestro país lo mismo hay gente que ha dedicado su vida al campo, a veces con estudio y a veces sólo con los conocimientos que da la experiencia, que gente que ha dedicado su vida a ejercer una carrera como la de Derecho.
La experiencia me ha mostrado que lo mismo te puedes encontrar a un gran legislador sin grandes títulos académicos, que a un muy mal diputado con la pared repleta de reconocimientos.
Siempre he defendido que me parece correcto que no se exija tener una licenciatura o algo por el estilo. Todas las voces tienen que tener el derecho a estar representadas porque como mexicanos valemos igual y si en democracia, aún con todos los defectos que ésta tenga, la gente eligió a su representante, quien sea, es bienvenida o bienvenido.
Los jóvenes representan cerca del 30 por ciento de la población, pero el promedio de edad en esta legislatura, con datos de noviembre de 2021, es de 48 años. Solo el 1.2 por ciento de los diputados federales nació después de 1997.
Si a los 18 años se considera que los mexicanos tenemos la madurez para emitir nuestro voto y elegir a nuestros representantes, es justo que también a los 18 se pueda representar la voz de un distrito o de una proporción de la circunscripción.
Ojo, esto no hace obligatorio que, de aprobarse en el Senado y en los congresos estatales, los partidos vayan a abrir más las puertas a los jóvenes de verdad y no solo en el discurso, pero visibiliza una situación. Prácticamente ninguno de los que votó dejaría gustoso su espacio a una o un joven, menos con la reelección.
El tema que sí me parece un grave error es bajar a 25 años la edad para ser secretario de Estado, por un tema de realidad.
Los secretarios de Estado dirigen la política de un sector de la administración pública. A los 25 si estudiaste agronomía, turismo, economía, entre otras, no llevas más de tres o cuatro años de egresado y vas a tomar decisiones que impactan la vida de millones de personas.
Aún si hubieras empezado a trabajar en el ramo a los 15 años, tendrías 10 años de experiencia y habría que ver en qué funciones. Es una locura, una locura que fue aceptada por rentabilidad política, y así se legisla en México.