Este pasado primero de mayo fue importante para la clase obrera que llevaba dos años sin la posibilidad de expresar su opinión como ocurrió con la marcha celebrada en Pachuca.
Se inició con la llegada de gente de todos los municipios y todos los trabajadores mostraron su disciplina. La concentración abarcó desde las 7 de la mañana hasta las cinco o seis de la tarde. Desde el inicio de la marcha se escuchaban gritos de “unidad, unidad”, además, el contingente, integrado mayoritariamente por integrantes de la sección XV del SNTE, demandó respeto a sus derechos, reconocimiento a la antigüedad, y crear infraestructura y herramientas para los maestros y maestras, exigiendo una clínica con atención digna, no como lo que están recibiendo hoy del hospital del Issste y sobresalió el reclamo por el recorte de estímulos.
Un ambiente que hace décadas no se veía entre los integrantes de la sección XV del SNTE, marcharon 41 mil maestros y maestras encabezados por un nuevo líder, esto nos deja pensar que Said Vargas Sáenz quiso mostrar que los conflictos anteriores del sindicato quedaron en el pasado y ha logrado unificar el clan magisterial, además, esta marcha indica que su fuerza como generador de votos para las elecciones de 2024 es mucho mayor que la que mucha gente otorga a su partido, Nueva Alianza, aliado momentáneo de Morena, el sindicato puede modificar las fuerzas políticas en el estado.
Hoy la fuerza de los trabajadores sindicalizados mostró que puede ser parte del cambio que quiere la sociedad hidalguense.
Para la mayoría la marcha ha señalado que el camino hacia 2024 debe tener una justicia real de quien tiene la fuerza política y quien tiene más organizaciones y disciplina por una lucha clara, Morena debe pensar cómo puede negociar con este grupo que está mostrando su unidad, para no perderlo como aliado como ha pasado en el Estado de México y que no lo trata igual como a cualquier partido pequeño que se cuelga de Morena para conservar su registro o por intereses económicos, como el Partido Verde y el PT.
